La percepción que se tiene de los anteojos de sol
cambia, al menos entre los adultos. En otra época algunas personas consideraban
que los lentes de sol eran un complemento de moda. A través de los medios de comunicación
y la información ofrecida por los especialistas, se fue tomando conciencia
sobre el daño que pueden ocasionar los rayos del sol y por ello se toman las
medidas oportunas con mayor rigor.
Ahora bien, consultado por Buena Praxis,
Guido Müller, gerente de la reconocida Óptica Nueva Visión,
afirmó que «en la actualidad los padres procuran proteger la piel de sus hijos
con cremas solares, sobreros, etc. Pero pareciera que piensan que los ojos no
son tan importantes o que no tienen necesidad de protección. Ya que según datos
de varios estudios médicos indican que hasta un 90% de los niños no utiliza
anteojos de sol de calidad garantizada».
El óptico especializado en pediatría aseveró que
«proteger la salud ocular desde la infancia evitará la aparición de
enfermedades asociadas a los ojos en la edad adulta. En los niños, los ojos son
hasta 20 veces más sensibles de lo que pueda ser la piel ante los rayos
solares, esa es una de las razones por las que se recomienda proteger los ojos
de los niños con lentes de sol durante todo el año, aunque especialmente en
verano».
Por otro lado, se sabe que los niños están más
expuestos al sol que los adultos durante los juegos de verano al aire libre,
los baños en playas y piscinas, etc. En consecuencia, reciben continuamente
rayos UV y sus ojos que son más vulnerables, empiezan a gestar los problemas
que acusarán en edad adulta.
«Los oftalmólogos nos advierten que cuanto más
pequeños son los niños más vulnerables son los ojos, por lo que es una
necesidad que los niños lleven lentes de sol», afirmó Müller.
«Los anteojos de sol infantiles que se venden en
jugueterías, kioscos o en vía pública no bloquean la radiación ultravioleta,
ofreciendo, por lo tanto, una falsa sensación de seguridad. Con el agravante de
que, al dilatarse la pupila, contribuyen a que las radiaciones nocivas penetren
aún más en el interior del ojo. Los anteojos de sol no son un juguete, se deben
adquirir siempre en establecimientos especializados, solo las ópticas
garantizan el 100% de protección», señaló.
«Pero hay más, si no ponemos anteojos de sol a
nuestros hijos, la radiación UV se va acumulando en los ojos. La cifra es muy
elevada: hasta el 80% de la radiación acumulada se produce antes de que los
niños cumplan los 18 años de edad. Esta acumulación deriva en un futuro en el
padecimiento de enfermedades como la degeneración macular o las cataratas»,
agregó.
La conclusión del especialista es incuestionable,
la protección ocular con lentes de sol infantiles debe ser una tónica
predominante hasta alcanzar la edad adulta. Es obvio que lentes de sol
infantiles no son un complemento de moda, son una necesidad y son
indispensables. Y cómo insistió Müller «debemos recordar siempre que es
necesario adquirir lentes de calidad, homologadas por profesionales sanitarios
y huir de los lentes baratos que se comercializan en puestos ambulantes, en las
playas, negocios de ramos generales, etc. El fraude sobre la protección UV que
ofrecen los lentes está a la orden del día».
CONSEJOS PARA ADQUIRIR ANTEOJOS DE SOL PARA NIÑOS
·
Adquirirlos sólo en ópticas
·
Exigir la marca CE como garantía de estándar mínimo
de calidad.
·
Ver bien especificado el número de categoría de
filtro.
·
Comprobar que las lentes tengan filtros que
protejan de la radiación UV.
·
Los mejores anteojos de sol son los que ofrecen la
mayor protección lateral posible.
·
Son aconsejables lentes marrones o grises (los que
menos modifican los tonos).
·
Utilizar estuches resistentes a golpes y caídas. BP
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