Nos resulta muy fácil ir a la farmacia y
comprar unas pastillas o jarabe para la mayoría de dolencias de menor
importancia, pero ¿sabías que el exceso de antibióticos puede dar lugar a que
las bacterias malas se vuelvan resistentes a ellas? Estas bacterias están
evolucionando más rápido de lo que pensamos y a veces la ciencia no puede
hacerle frente. Esta alarmante información me hizo tomar una mirada
retrospectiva a los tratamientos totalmente naturales que mi abuela solía tomar
y darnos cuando éramos más pequeños para tratar varias enfermedades. Aquí están
los 9 remedios que puedo recordar:
1. Miel
Si desea mantener tu cuerpo libre de bacterias
dañinas, trata de tomar un vaso de agua tibia con una cucharada de vinagre de
sidra de manzana y una cucharada de miel.
Si te has cortado, quemado o lastimado de alguna
manera puedes limpiar la herida resultante con miel.
2. Ajo
El ajo es rico en alicina, un compuesto que ayuda a
combatir las infecciones como el resfriado común. Y además ayuda a proteger tu
cuerpo de otros organismos microbianos nocivos, tales como las bacterias,
levaduras o parásitos.
Todo lo que necesitas hacer para beneficiarte de
las propiedades antibióticas del ajo es incluirlo de manera regular en tu
dieta.
3. Cúrcuma
La cúrcuma es muy utilizada en la cocina asiática,
sin embargo la especie es un excelente antiséptico natural.
Trata de mezclar cúrcuma con miel para hacer una
pasta fácilmente aplicable. Si deseas darle a tu sistema inmune un alza y
aumentar su capacidad para combatir la infección, puedes tratar de mezclar la
cúrcuma con leche caliente para estimularlo.
4. Col
La col no recibe el reconocimiento que merece como
una fuente antibacteriana. Para empezar, es rica en azufre, que es esencial
para el tratamiento de infecciones e incluso se cree que es anticancerígeno. La
col es rica en vitamina C, lo que hace que sea muy efectiva en la prevención de
las infecciones de todo tipo incluyendo el resfriado común.
Trata de incluir la col en tu dieta diaria como
parte de una ensalada. También puedes probar el jugo de la col (con una pizca
de miel para endulzar).
5. Vinagre de manzana
Este vinagre es todo un milagro. Está hecho de un
extracto fermentado de la manzana y es una fuente inagotable de nutrición para
el mantenimiento de una excelente salud. Por esto es un antiséptico y
antibiótico, por lo que es ideal para combatir las bacterias malas.
También es ideal para equilibrar el nivel de pH
(acidez frente a la alcalinidad) en el cuerpo, lo que significa que las
bacterias tienen una oportunidad menor para reproducirse.
6. Aceite de coco virgen
Se trata de un complemento de cocina natural de Sri
Lanka, el aceite de coco es un antibiótico muy eficaz, que también pasa a ser
antibacteriano y antifúngico.
Debido a esta última propiedad, el aceite de coco
es un excelente remedio para la caspa u otras infecciones fúngicas del cuero
cabelludo.
Por otra parte, el aceite de coco tiene propiedades
antioxidantes maravillosas, lo que significa que puede ayudar a retrasar
el envejecimiento, manteniendo cabello y la piel en su mejor apariencia.
7. Pomelo
Si bien los beneficios que el consumo del pomelo
tiene sobre la piel son muy conocidos, no se dice mucho acerca de sus
propiedades antibióticas. Las semillas de la fruta en particular, son altamente
antibióticas. Un estudio reciente demostró que el extracto de semilla de pomelo
era eficaz contra más de 800 formas diferentes de virus y bacterias, así como
más de 100 diferentes tipos de hongos.
8. Alimentos fermentados
La fermentación se conoce como un proceso para
fabricar alcohol. Sin embargo, la fermentación es en realidad un proceso que
envuelve a las buenas bacterias que tienen un efecto sobre un determinado tipo
de alimentos. Cuando esto ocurre, muchos compuestos se generan y por tanto, se
añaden propiedades antibióticas.
Ejemplos comunes de alimentos fermentables incluyen
pepinillos, yogur probiótico y col sin pasteurizar. El consumo de ellos,
aumentará tu función del sistema inmunológico.
9. Aceite de orégano
Se le conoce más por su capacidad para darle
sabor a las pizzas o ensaladas que cualquier otra cosa, el orégano también
es ideal para ayudar a la digestión, así como la pérdida de peso. La hierba es
antibacteriana de manera natural.
Es inmensamente bueno en el tratamiento tanto del
estómago como de infecciones del tracto intestinal. Este aceite también puede
ayudar a tratar las infecciones por hongos.
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