Presbítero y
Fundador, 24 de Febrero
Martirologio Romano: En Nocera dei Pagani, de la Campania, Italia, beato Tomás María
Fusco, presbítero, quien manifestó un amor extraordinario hacia los pobres y
los enfermos, y fundó el instituto de la Hijas de la Caridad de la Preciosísima
Sangre, para trabajar sobre todo entre los jóvenes y los enfermos (1891).
Fecha de beatificación: 7 de octubre de 2001 por S.S.
Juan Pablo II.
Hijo de Doctor Antonio Fusco, farmacéutico, y
Stella Giordano, una noble italiana; fue el séptimo de ocho niños de la piadosa
familia. Nació el 1 de diciembre de 1831 en Pagani, Salerno, parroquia de San
Félix y el Cuerpo de Cristo, diócesis de Nocera-Sarno, Italia. Su madre murió
de cólera en 1837 cuando Tomás tenía seis años. En 1841, cuando tenía diez
años, falleció su padre y él fue educado por su tío Giuseppe, sacerdote y
profesor de la escuela.
Ingresó al seminario en Nocera, (Salerno, Italia),
en 1847, ese mismo año su tío Giuseppe murió. Recibió la Ordenación Sacerdotal
el 22 de diciembre de 1855.
Abrió una escuela para muchachos en su propia casa,
y organizó grupos de oración nocturnos en su parroquia. Se unió a la
Congregación de Misioneros de Nocera en 1857, e hizo un viaje misionero al sur
de Italia. En 1860 fue capellán y director espiritual del Santuario de Nuestra
Señora del Carmelo en Pagani, Italia. Abrió una escuela de teología moral en su
casa en 1862, y preparaba a los sacerdotes en el ministerio de Confesión.
Fundó la Sociedad Sacerdotal de Apostolado Católico
para apoyar las misiones, congregación que recibió la aprobación de Papa Pío IX
Bendito en 1874. También fundó el Instituto de la Hijas de la Caridad de la
Preciosísima Sangre el 6 de enero de 1873, una congregación dedicada al cuidado
de huérfanos.
Nombrado párroco de la parroquia de San Félix y el
Cuerpo de Cristo en Pagani a partir de 1874, cargo que ejerció hasta 1887,
además era el confesor de las monjas de claustro en Pagani y Nocera. Escribió
artículos sobre diversos temas, incluyendo teología moral; sus trabajos siempre
expresaban su devoción a la Preciosísima Sangre.
Tarde en su vida fue víctima de la difamación,
cuando un sacerdote, celoso de los buenas obras de Tomás y la fama que aquellas
daban como consecuencia. Pero el Padre Fusco oró poniendo todo el asunto en
manos del Señor, y siguió trabajando, y al final fue reivindicado. Murió el 24
de febrero de 1891 de una crónica enfermedad hepática.
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