Se despiertan
sobresaltadas por lo que describen como un fuerte ruido que proviene
de su propia cabeza y suena como un disparo, una explosión
o un choque; algunas hasta ven destellos de luz. El síndrome de la cabeza
explosiva es un trastorno que, estiman, puede presentar una de cada 10 personas
en algún momento de la vida.
Fue descripto
por primera vez hace 30 años en un artículo de la revista The Lancet, que
destaca la naturaleza benigna de la afección. Se da con mayor frecuencia a
partir de los 50 años y su incidencia es más alta en mujeres que en hombres.
Algunos especialistas vinculan su aparición al estrés o la
fatiga extrema.
Se trata de
una parasomnia, una categoría de los trastornos del sueño que ocurre durante la
transición entre el sueño y la vigilia, o entre diferentes etapas del sueño.
En un reciente
artículo de la Clínica Mayo (Estados Unidos), Eric Olson, miembro del equipo de
Neumonología y Cuidados intensivos de esa institución, lo considera un fenómeno
“mal
entendido”.
“Se desconocen
las causas de esta sensación, pero se cree que ocurre cuando el
cerebro pasa desde el estado de alerta al de sueño. Se cree que es similar al fenómeno
común de despertarse con un sacudón pocos minutos después de quedarse dormido”,
explica.
El
especialista añade que algunas personas lo experimentan solo una vez en la
vida, mientras que otras tienen varios episodios por noche. “Los eventos pueden
ocurrir constantemente o aparecer y desaparecer. Se calcula que esto ocurre, al
menos, una vez en
alrededor del 10 por ciento de la
población y parece ser más común en las mujeres y los
ancianos”. La principal complicación “es el susto y el malestar provocado por
el temor de una enfermedad grave o por alteración del sueño”, precisa Olson,
quien no obstante destaca que el síndrome “no parece causar directamente ningún
daño físico a quien lo sufre”.
El único
tratamiento a menudo necesario es tranquilizar a la persona y explicarle el
fenómeno. "Hay otras medidas de tratamiento que no se han estudiado bien,
pero pueden incluir controlar el estrés o la ansiedad y cualquier trastorno del
sueño", explica. En algunos casos, sostiene, puede ser útil indicar alguna
medicación.
“Si una
persona continúa con los eventos, es recomendable que visite a un médico para descartar
otras causas posibles que no sean el síndrome de la cabeza
explosiva. Si no se descubre ninguna causa, lo recomendable sería hacer una
cita con un especialista en medicina del sueño para determinar si los síntomas
son consecuencia de un trastorno del sueño”, aconseja.
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