La
glándula tiroides puede ser pequeña, pero a pesar de su tamaño, controla muchos
procesos (incluido el metabolismo) en el cuerpo. Cuando la tiroides no funciona
correctamente, puede producir más o menos hormonas de las que el cuerpo
necesita, en cuyo caso, es probable que notes cambios desagradables como
fluctuaciones repentinas de peso, cambios de humor, problemas de la piel y
hasta tan graves como el cáncer de mama. A continuación te presentamos nueve
malos hábitos que pueden afectar a tu tiroides.
1. Tienes demasiado estrés en tu vida.
El
estrés afecta a todos nuestros sistemas corporales, incluido el sistema
endocrino en nuestro cuerpo. Si te encuentras en un estado de tensión
constante, la tiroides deja de funcionar correctamente y produce demasiadas o
muy pocas hormonas. Si ya has experimentado problemas con tu tiroides, el
estrés puede causar ataques de pánico o pérdida de memoria a largo plazo. La
falta de sueño y el trabajo estresante pueden ser una causa. De hecho, un
estilo de vida agitado puede hacer que te sientas nervioso constantemente. Por
lo tanto, para reducir los riesgos, se recomienda que duermas lo suficiente,
camines mucho y hagas ejercicio físico adecuado. Si te sientes más estresado,
asegúrate de hablar con un psicólogo.
2. No consumir suficientes grasas.
Al seguir una dieta, es importante saber qué alimentos debes evitar.
Pero, si bien una dieta baja en grasas te ayudará a perder peso, muchas
personas que optan por este método no solo dejan de consumir grasas malas, sino
también las buenas, lo cual es extremadamente importante para nuestro cerebro y
tiroides. Las grasas buenas se encuentran en el aceite de oliva y de linaza,
huevos, productos lácteos, carne, pescado y germen de trigo. Es mejor no dejar
de comer estos alimentos. Al hacerlo, tu dieta te ayudará a lograr resultados
positivos y mantener un cuerpo sano.
3.
Comer demasiados productos a base de soja.
La soja contiene una gran cantidad de microelementos útiles,
vitaminas y puede reemplazar productos de origen animal. Sin embargo, se
recomienda que no comas demasiada comida que contenga soja, ya que tendrá un
efecto negativo en tu tiroides, haciéndola trabajar más lentamente. Cuando
comemos muchos productos a base de soja, la tiroides absorbe menos yodo, un
mineral importante para que la tiroides funcione correctamente. Entonces, ¿cómo
se puede evitar este problema? La mejor manera sería reducir la cantidad de
alimentos de soja que consumes, y agregar más productos que contengan yodo,
como verduras, bayas, frutas y mariscos. Arándanos, camarones, mejillones,
calamares y pescados de mar son beneficiosos para la tiroides.
4. Comer demasiados vegetales crucíferos.
Los científicos de la Universidad Estatal de Oregón descubrieron que
los vegetales crudos crucíferos afectan el trabajo de la tiroides. Por
esta razón, no se recomienda que comas mucha col, nabos y rábanos,
especialmente si padeces una deficiencia de yodo. Esto se debe a que estos
productos contienen glucosinolatos que contienen nitrógeno y azufre, que son
los que dan a estas verduras un sabor ligeramente amargo. Cuando estos
elementos entran en el cuerpo afectan a la tiroides, llegando a favorecer la
aparición de bocio (un aumento del tamaño de esta glándula). Por esta razón, es
mejor comer verduras de otras familias como la remolacha, los tomates y el
apio.
5. Fumar.
Fumar
no solo afecta a nuestros pulmones, los estudios muestran que también es malo
para la tiroides. El tabaco lentamente hace que la tiroides produzca más y más
hormonas, causando hipertiroidismo. Los cigarrillos contienen toxinas que
nuestro organismo tarda unos seis días en eliminar. En ese momento la cantidad
de yodo en la tiroides disminuye y el nivel de hormonas tiroideas en la sangre
aumenta, lo cual hace empeorar a la tiroides.
6. Consumir demasiados productos con cafeína.
Si bien es bueno comenzar el día con una taza de café, no es una
buena idea tomar café con demasiada frecuencia, ya que la cafeína aumenta la
cantidad de cortisol en el cuerpo. En consecuencia, la hormona del estrés
afecta la tiroides, empeorando nuestro metabolismo. Sin embargo, los
científicos aún discuten sobre la cantidad de café que no afectará a tu salud,
ya que varía entre 2 y 6 tazas al día. Ten en cuenta que los productos como el
chocolate, la coca cola y las bebidas energéticas también contienen cafeína.
7. Comer alimentos con alto índice glucémico.
El
índice glucémico es una clasificación de los alimentos con carbohidratos según
su efecto inmediato en los niveles de azúcar en la sangre. Si el alimento tiene
un índice glucémico alto, significa que el proceso de descomposición es
demasiado rápido. Por lo tanto, es importante prestar atención a lo que comes
para mantener tu tiroides saludable. Los productos con alto índice glucémico
incluyen dulces, pasteles, pastas y arroz blanco. Estos alimentos contienen una
gran cantidad de carbohidratos y también afectan al proceso de absorción de
yodo. Como dijimos antes, la deficiencia de yodo conduce a problemas de
tiroides. Por supuesto, dejar de comer productos de alto índice glucémico es
muy difícil en la sociedad moderna, sin embargo, seguramente puedes reducir la
cantidad de estos en tu dieta.
8. Consumir mantequilla y margarina.
8. Consumir mantequilla y margarina.
La mantequilla está catalogada como un alimento rico en colesterol
que afecta el equilibrio de los lípidos y, por lo tanto, la tiroides. A pesar
de este hecho, no se recomienda que dejes de comer grasas animales. La
mantequilla sigue siendo una buena fuente de selenio y vitamina D. Es mejor
controlar la cantidad de mantequilla que consumes. La margarina, por otro lado,
es mejor evitarla, ya que está hecha de grasas trans que dañan nuestro sistema
endocrino y cardiovascular, lo que favorece la obesidad.
9. Abusar del
alcohol.
El alcohol puede aumentar o disminuir las secreciones pancreáticas.
Ambas opciones pueden afectar el cuerpo. Las mujeres comienzan a experimentar
problemas menstruales, mientras que los hombres comienzan a sufrir de baja
libido. Los problemas de tiroides también tienen un impacto negativo en el
sistema nervioso vegetativo, lo que puede provocar temblores, taquicardia,
trastornos intestinales, cambios de humor y otros síntomas desagradables. Si tu
tiroides no funciona correctamente y produce hormonas en exceso, el proceso de
síntesis de deshidrogenasa, (la metabolización del alcohol) se ralentiza. En
consecuencia, el impacto del alcohol en el cuerpo se hace cada vez mayor.
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