Una molestia para el estómago
Esta bacteria es
la principal responsable de la aparición de úlceras gástricas y muchos casos de
gastritis crónica, causando un característico ardor al comer. Es una amenaza
muy común, ya que afecta aproximadamente a dos tercios de la población mundial
y cerca del 35% de las personas en EE.UU. Sin embargo, en la mayoría de los
casos no genera problemas.
Cómo nos afecta
La H. pylori
ingresa al estómago y se adhiere a su superficie, causando un aumento en la
producción de jugos gástricos, sangrado, infecciones y mala digestión. De esta
manera se dañan las paredes estomacales y se forman heridas, llamadas úlceras.
También puede derivar en inflamación crónica (gastritis) y, en ciertos casos,
en cáncer de estómago.
Un contagio temprano
Aunque no está
claro, en la mayoría de los casos la transmisión suelen ser de persona a
persona, normalmente durante la niñez. También se puede contagiar por el
contacto bucal, heces, comida y agua contaminada. Si no se trata la infección,
podría volverse crónica.
Factores de riesgo
Están relacionados
principalmente con las condiciones de vida en la infancia, como vivir con
muchas personas, sin una fuente segura de agua limpia, en zonas insalubres o
con alguien que tiene infección por H. pylori.
Manténla alejada
Para prevenir esta
bacteria, los especialistas recomiendan que laves tus manos después de usar el
baño o antes de comer. También es importante que prepares tus alimentos
adecuadamente y bebas agua de fuentes limpias y seguras.
Cómo identificarla
Es normal que esta
bacteria produzca la sensación de hambre y de tener el estómago vacío,
(aproximadamente de 1 a 3 horas después de comer). También puede causar
problemas para tomar líquido, pérdida involuntaria del peso y apetito, vómitos
y heces oscuras o con sangre.
Otros síntomas
También puede
causar una la sensación de ardor o dolor en el abdomen, normalmente de mayor
intensidad cuando el estómago está vacío. Aproximadamente del 10% al 15% de las
personas infectadas, desarrollan la enfermedad de úlcera péptica, dónde los
jugos gástricos dañan el revestimiento del tracto digestivo.
Exámenes para detectarla
Las úlceras
pépticas o molestias y dolores en el estómago durante más de un mes, serán
motivos suficientes para que tu médico realice pruebas de H. pylori. Estas
pueden ser de aliento, sangre, heces o biopsia (donde se toman muestras del
tejido que recubre el estómago). Es importante informar a los profesionales si
tomas algún medicamento, antes de realizar los exámenes.
Tratamiento
En caso de ser
detectada, la infección por Helicobacter es curable. Pero, esta bacteria es muy
resistente y para eliminarla es necesario un tratamiento de 2 semanas, que
consta de varios antibióticos y un medicamento que disminuye la secreción del
ácido estomacal. Aunque es extenso, este tratamiento es la mejor manera para
deshacerte de la bacteria y prevenir la formación de futuras úlceras.
Alimentos beneficiosos
Sin ser un
sustituto, algunas comidas pueden ayudarte a combatir esta bacteria durante el
tratamiento, principalmente aquellas antiinflamatorias, no ácidas o de rápida
digestión. Algunos ejemplos son las frutas y vegetales cocidos (brócoli, coles,
frambuesas, moras, arándanos, peras, manzanas y bananas), carnes blancas y
pescado, yogures, frutos secos, semillas y aceite de oliva.
Lo que debes evitar
Por otro lado,
puedes ayudar a tu cuerpo a combatir la bacteria evitando ciertos alimentos,
principalmente aquellos que irritan el estómago, aumentan la producción de los
jugos gástricos o tardan en ser digeridos. Esto incluye refrescos y bebidas alcohólicas,
pimienta y condimentos, carnes rojas o procesadas, café, chocolate, alimentos
ricos en fibra o enlatados y quesos amarillos. HD
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