En conmemoración del Día Mundial de
Concientización de la Leucemia Mieloide Aguda (21-04), la Dra. Irene Rey integrante
de la Subcomisión de Leucemias Agudas de la Sociedad Argentina de Hematología,
explica todas las novedades en materia de diagnóstico y tratamiento.
¿Qué es la
leucemia mieloide aguda (LMA)?
La leucemia mieloide aguda no se trata en realidad
de una sola enfermedad, sino de varias que se van identificando y
caracterizando. Corresponde identificarlas como enfermedades malignas o cáncer,
aunque se trata de un tipo de cáncer raro ya que corresponden al 1% de todos
los cánceres. Las leucemias son cánceres que comienzan en células que
normalmente se desarrollarían y se irían transformando, y especializándose en
diferentes tipos de células sanguíneas, óptimas para cumplir una función. Pero
por alguna razón -aún desconocida- alguna de esas células primitivas pierde su
rumbo y adquiere una suma de trastornos y se degenera. Con mayor frecuencia,
las leucemias comienza en las células primitivas que van a terminar
constituyendo a los glóbulos blancos, pero algunas leucemias comienzan en otros
tipos de células sanguíneas.
Existen varios tipos de leucemia, que se dividen
principalmente en función de si la leucemia es aguda (de crecimiento rápido),
crónica (de crecimiento más lento), o si comienza en las células mieloides o en
las células linfoides. Las células anormales comienzan a desarrollarse en la
médula ósea y se mueve rápidamente hacia la sangre.
En ocasiones, se puede diseminar a otras partes del
cuerpo, incluidos los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema
nervioso central (cerebro y médula espinal) y los testículos. En la médula ósea
normalmente anidan las células formadoras de todas las células que viajan por
la sangre (hematopoyéticas) conocidas como células madre, primitivas o
progenitoras. Hay tres tipos principales de células sanguíneas: los glóbulos
rojos que transportan oxígeno desde los pulmones; las plaquetas; y los glóbulos
blancos que ayudan a combatir las infecciones.
¿Qué se
puede decir respecto de la incidencia y el diagnóstico?
No contamos de datos de población del país ni
regionales. Los datos aproximados y en general obtenidos del registro de
Estados Unidos indican que hay 4,3 casos por cada 100.000 hombres y mujeres por
año. Pueden ocurrir a cualquier edad pero en general afecta a adultos entre 65
a 74 años con muy ligero predominio masculino. Y su incidencia va en aumento
junto a la edad de la población. No está claro qué causa la mayoría de los
casos de leucemia mieloide aguda. En general las personas con LMA no tienen
factores de riesgo que puedan cambiarse, en la actualidad no se conoce una
forma de prevenirlas. Fumar es, con mucho, el factor de riesgo controlable más
importante.
El tratamiento de algunos otros cánceres con
quimioterapia o radiación puede causar leucemias secundarias (relacionadas con
el tratamiento). En cuanto a la exposición a los productos químicos ambientales
y del lugar de trabajo, no ha sido demostrado como causal en la amplia mayoría
de los pacientes. A menudo, son precedidas por una enfermedad llamada síndrome
mielodisplásico o neoplasias mieloides crónicas. Algunos trastornos genéticos
también pueden ser predisponentes.
En materia
de avances, ¿cómo funciona la denominada 'detección de enfermedad residual
mínima'?
Se han producido enormes avances en el conocimiento
de la biología de estas células enfermas (o de las leucemias). Mucho se ha
avanzado desde la secuenciación del genoma humano, y la de células leucémicas.
Como varias mutaciones se reiteran con cierta frecuencia, ha dado paso a crear
moléculas dirigidas para bloquear la función alterada de proteínas que son
producto de genes mutados. Esto dio un enorme beneficio en el tratamiento de
una enfermedad de evolución crónica (leucemia mieloide crónica: LMC) y dentro
de las agudas. Pero si bien se ha generado una enorme esperanza, son
enfermedades complejas, producto de la combinación de muchas mutaciones. Por lo
tanto, por ahora esas moléculas nuevas son utilizadas junto con la
quimioterapia tradicional permitiendo mejorar los resultados y de algunos pacientes
de muy mal pronóstico.
Lo que se entiende por enfermedad residual mínima y
que ahora se denomina 'medible', es un parámetro o herramienta para evaluar la
respuesta al tratamiento y también para definir como continuar ya que es una
medición que se realiza luego de la primera fase de tratamiento quimioterápico,
para conocer si quedó algo mínimo, trazas de enfermedad, que sólo son detectadas
con métodos especiales.
Como concepto, no encontrar enfermedad es mejor que
hallarla. Pero el tratamiento quimioterápico intenso debe continuar, a pesar de
sus inconvenientes y efectos colaterales, porque sino la enfermedad retornará.
Y si no es 'medible' con métodos de detección muy profundos, habrá mayores
posibilidades que la remisión sea duradera e incluso que el trasplante sea
exitoso reemplazando la formación de sangre (hematopoyesis) con células sanas
de un donante aspirando a la curación.
Entre los
tratamientos, ¿cuáles son los que brindarían una mejor calidad de vida?
¿Quimioterapia, trasplantes de células madre, inmunoterapia, terapia dirigida?
Primero debemos plantear a qué tipo de paciente nos
estamos refiriendo. Esto podría implicar enfrentar tratamientos intensos, con
muchas intercurrencias, internaciones prolongadas, muchas transfusiones de
hemoderivados, (plaquetas, globulosa rojos).
La calidad de vida del paciente, su familia, su
entorno, sufre un cambio drástico. Se trata de enfermedades que deben ser
enfrentadas con las herramientas con las que contamos. La quimioterapia se
viene desarrollando desde la década del 50'. En cuanto a las Mieloblásticas,
más frecuentes en adultos (mediana 64 años), venimos tratándola del mismo modo
desde 1973.
Los resultados son heterogéneos, pero cada vez
queda más claro que no se trata de una única enfermedad y se avanza hacia
tratamientos más dirigidos a lesiones específicas de las células. Aun falta
mucho en este sentido. Solo un pequeño subgrupo desde los 80' se trata de modo
diferente y ha alcanzado altas tasas de curación (leucemia Promielocítica). La
inmunoterapia, no es algo accesible aún, en estas patologías se encuentra en
investigación en otros países y tal como el caso de los trasplantes aun no está
exenta de complicaciones. Por otra parte, el trasplante de células
hematopoyéticas es el único tratamiento que ofrece posibilidades de curación,
es un procedimiento que conlleva riesgo de muerte y de enfermedad asociada al
procedimiento. No es posible en todos los pacientes. BP
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