lunes, 22 de abril de 2019

Los últimos avances de la Leucemia Mieloide Aguda

En conmemoración del Día Mundial de Concientización de la Leucemia Mieloide Aguda (21-04), la Dra. Irene Rey integrante de la Subcomisión de Leucemias Agudas de la Sociedad Argentina de Hematología, explica todas las novedades en materia de diagnóstico y tratamiento.
¿Qué es la leucemia mieloide aguda (LMA)?
La leucemia mieloide aguda no se trata en realidad de una sola enfermedad, sino de varias que se van identificando y caracterizando. Corresponde identificarlas como enfermedades malignas o cáncer, aunque se trata de un tipo de cáncer raro ya que corresponden al 1% de todos los cánceres. Las leucemias son cánceres que comienzan en células que normalmente se desarrollarían y se irían transformando, y especializándose en diferentes tipos de células sanguíneas, óptimas para cumplir una función. Pero por alguna razón -aún desconocida- alguna de esas células primitivas pierde su rumbo y adquiere una suma de trastornos y se degenera. Con mayor frecuencia, las leucemias comienza en las células primitivas que van a terminar constituyendo a los glóbulos blancos, pero algunas leucemias comienzan en otros tipos de células sanguíneas.
Existen varios tipos de leucemia, que se dividen principalmente en función de si la leucemia es aguda (de crecimiento rápido), crónica (de crecimiento más lento), o si comienza en las células mieloides o en las células linfoides. Las células anormales comienzan a desarrollarse en la médula ósea y se mueve rápidamente hacia la sangre.
En ocasiones, se puede diseminar a otras partes del cuerpo, incluidos los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y los testículos. En la médula ósea normalmente anidan las células formadoras de todas las células que viajan por la sangre (hematopoyéticas) conocidas como células madre, primitivas o progenitoras. Hay tres tipos principales de células sanguíneas: los glóbulos rojos que transportan oxígeno desde los pulmones; las plaquetas; y los glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones.
¿Qué se puede decir respecto de la incidencia y el diagnóstico?
No contamos de datos de población del país ni regionales. Los datos aproximados y en general obtenidos del registro de Estados Unidos indican que hay 4,3 casos por cada 100.000 hombres y mujeres por año. Pueden ocurrir a cualquier edad pero en general afecta a adultos entre 65 a 74 años con muy ligero predominio masculino. Y su incidencia va en aumento junto a la edad de la población. No está claro qué causa la mayoría de los casos de leucemia mieloide aguda. En general las personas con LMA no tienen factores de riesgo que puedan cambiarse, en la actualidad no se conoce una forma de prevenirlas. Fumar es, con mucho, el factor de riesgo controlable más importante.
El tratamiento de algunos otros cánceres con quimioterapia o radiación puede causar leucemias secundarias (relacionadas con el tratamiento). En cuanto a la exposición a los productos químicos ambientales y del lugar de trabajo, no ha sido demostrado como causal en la amplia mayoría de los pacientes. A menudo, son precedidas por una enfermedad llamada síndrome mielodisplásico o neoplasias mieloides crónicas. Algunos trastornos genéticos también pueden ser predisponentes.
En materia de avances, ¿cómo funciona la denominada 'detección de enfermedad residual mínima'?
Se han producido enormes avances en el conocimiento de la biología de estas células enfermas (o de las leucemias). Mucho se ha avanzado desde la secuenciación del genoma humano, y la de células leucémicas. Como varias mutaciones se reiteran con cierta frecuencia, ha dado paso a crear moléculas dirigidas para bloquear la función alterada de proteínas que son producto de genes mutados. Esto dio un enorme beneficio en el tratamiento de una enfermedad de evolución crónica (leucemia mieloide crónica: LMC) y dentro de las agudas. Pero si bien se ha generado una enorme esperanza, son enfermedades complejas, producto de la combinación de muchas mutaciones. Por lo tanto, por ahora esas moléculas nuevas son utilizadas junto con la quimioterapia tradicional permitiendo mejorar los resultados y de algunos pacientes de muy mal pronóstico.
Lo que se entiende por enfermedad residual mínima y que ahora se denomina 'medible', es un parámetro o herramienta para evaluar la respuesta al tratamiento y también para definir como continuar ya que es una medición que se realiza luego de la primera fase de tratamiento quimioterápico, para conocer si quedó algo mínimo, trazas de enfermedad, que sólo son detectadas con métodos especiales.
Como concepto, no encontrar enfermedad es mejor que hallarla. Pero el tratamiento quimioterápico intenso debe continuar, a pesar de sus inconvenientes y efectos colaterales, porque sino la enfermedad retornará. Y si no es 'medible' con métodos de detección muy profundos, habrá mayores posibilidades que la remisión sea duradera e incluso que el trasplante sea exitoso reemplazando la formación de sangre (hematopoyesis) con células sanas de un donante aspirando a la curación.
Entre los tratamientos, ¿cuáles son los que brindarían una mejor calidad de vida? ¿Quimioterapia, trasplantes de células madre, inmunoterapia, terapia dirigida?
Primero debemos plantear a qué tipo de paciente nos estamos refiriendo. Esto podría implicar enfrentar tratamientos intensos, con muchas intercurrencias, internaciones prolongadas, muchas transfusiones de hemoderivados, (plaquetas, globulosa rojos).
La calidad de vida del paciente, su familia, su entorno, sufre un cambio drástico. Se trata de enfermedades que deben ser enfrentadas con las herramientas con las que contamos. La quimioterapia se viene desarrollando desde la década del 50'. En cuanto a las Mieloblásticas, más frecuentes en adultos (mediana 64 años), venimos tratándola del mismo modo desde 1973.
Los resultados son heterogéneos, pero cada vez queda más claro que no se trata de una única enfermedad y se avanza hacia tratamientos más dirigidos a lesiones específicas de las células. Aun falta mucho en este sentido. Solo un pequeño subgrupo desde los 80' se trata de modo diferente y ha alcanzado altas tasas de curación (leucemia Promielocítica). La inmunoterapia, no es algo accesible aún, en estas patologías se encuentra en investigación en otros países y tal como el caso de los trasplantes aun no está exenta de complicaciones. Por otra parte, el trasplante de células hematopoyéticas es el único tratamiento que ofrece posibilidades de curación, es un procedimiento que conlleva riesgo de muerte y de enfermedad asociada al procedimiento. No es posible en todos los pacientes. BP

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