El 17 de mayo se conmemora el Día
Mundial de la prevención de la Hipertensión Arterial (HTA) por ser causa principal de infarto de miocardio (IAM) y accidente
cerebro vascular (ACV).
Con el correr de los años, la HTA
provoca daño vascular sistémico, entre ellos deterioro neurocognitivo en etapas
tempranas de la vida (demencia vascular). Con los índices actuales se establece
que el 35% de la población Argentina es hipertensa, mientras se estima que
cerca de 600 millones de personas a nivel mundial se verán afectadas por este
factor de riesgo para el año 2025, haciendo imprescindible la modificación de
conductas y hábitos, poniendo el foco - desde el ámbito sanitario - en la
prevención primaria.
«La HTA es considerada el
principal factor de riesgo cardiovascular, por lo cual trabajar en prevenirla
es uno de los aspectos más relevante que podemos hacer en salud. Es una
enfermedad silente, puede cursar asintomática por mucho tiempo, no tiene cura -
aunque sí puede tratarse eficazmente - y solo la podemos detectar mediante
controles periódicos», explica el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe
del Área de Cardiología y Medicina Preventiva de INEBA.
Los factores de riesgo siguen
aumentando año tras año y la enfermedad cardiovascular continúa siendo la
primera causa de muerte en el mundo. Muchas veces la realización de chequeos
preventivos permite arribar al diagnóstico y su posterior control evolutivo.
El envejecimiento poblacional, la
mala alimentación, el sobrepeso y obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo,
contribuyen al aumento de su prevalencia. Los principales órganos que afecta la
HTA son: Cerebro, Corazón, Riñones y Vista.
«Si bien la enfermedad puede
cursar asintomática, cuando se manifiesta lo hace a través de síntomas como
cefalea, rubor facial, mareos, visión doble, taquipnea (aumento de la
frecuencia respiratoria), taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca),
zumbidos en oídos, sangrado nasal, cansancio, dolor de pecho o bien
directamente debuta con un ACV.
Una vez que el paciente comienza
un tratamiento, es importante que no lo abandone, la presión bien controlada
mejora la calidad de vida de las personas en múltiples aspectos», indica el
especialista.
La importancia del
control
La única forma de saber si se
tiene presión alta es controlándose. Cada persona debe conocer sus registros.
Dado que somos seres dinámicos, la presión arterial puede ser variable, la
misma puede modificarse por varios motivos que deben ser analizados en cada
individuo en particular. Se recomienda,
conocer el valor arterial basal, mantener un peso adecuado, caminar a diario,
reducir el consumo de alcohol y de sal, no fumar, controlar otros factores de
riesgo como el sobrepeso, la obesidad, la dislipemia o la diabetes; tomar los
medicamentos indicados por el especialista y no abandonar el tratamiento.
Niños hipertensos
La presión arterial en los niños
es menos frecuente que en los adultos.
«En la infancia para definir
hipertensión se utilizan tablas de presión arterial similares a las de peso y
talla (percentil). Es importante saber que obtener un único registro elevado de
presión arterial no significa ser hipertenso. Se requieren múltiples (al menos
3) para establecer el diagnóstico. Siempre debemos usar manguitos apropiados
para el tamaño del brazo del paciente, de ese modo minimizamos errores al tomar
la presión arterial», comenta el Dr. Reguera.
Se estima que la HTA afecta a
entre un 1 y 5% de niños y adolescentes en Europa y EEUU, se presenta con mayor
frecuencia en niños obesos (Argentina tiene la segunda tasa más alta de
sobrepeso en menores de 5 años de América Latina y el Caribe con un 9,9%).
En los últimos años, la
prevalencia de tomas elevada de presión arterial en menores ha ido en aumento y
esto se debe en gran parte a la obesidad, al sedentarismo y la mala
alimentación (cerca del 8% de HTA en niños y adolescentes escolarizados en
Argentina).
«La HTA es un problema de salud
pública, no es exclusivamente secundaria a otras patologías como en un
principio se la consideraba (enfermedades que provocaban elevación de la misma
a causa de trastornos vasculares, renales o endocrinológicos). Hoy sabemos que la
forma de presentación más frecuente - sobre todo en adolescentes - es la
hipertensión primaria o esencial (la del adulto). Aunque, siempre es de buena
práctica profesional, en cada diagnóstico de hipertensión se recomienda
estudiar causas secundarias en los niños», concluye el cardiólogo. BP
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