En el mundo, más de uno de cada cinco adultos tiene
hipertensión y cada año la enfermedad y sus complicaciones causan la muerte de
9,4 millones de personas, según la OMS. Para 2015 serán 600 millones de
personas las afectadas por este trastorno, aunque sea prevenible.
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra
las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Si esta se mantiene
constantemente alta, puede dañar estos vasos y afectar órganos como el cerebro,
el corazón, los riñones y los ojos. Pese a ser un trastorno tan común, aún hay
desconocimiento, por eso te contamos estas siete verdades.
1. Trae
riesgos potencialmente mortales
La HTA puede ser causada por factores como
obesidad, consumir exceso de sal, estrés y ansiedad, cigarrillo, diabetes,
alcohol o edad. Mientras más alta es, también es más alto el riesgo de daños al
corazón y a los vasos sanguíneos de órganos principales. Si no se controla, la HTA puede provocar
un infarto al miocardio, ensanchamiento del corazón y, con el tiempo,
insuficiencia cardíaca. Además, puede hacer que la sangre se filtre en el
cerebro y provocar un ACV, así como deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo.
2. Es una
enfermedad silente
Carlos Reguera, jefe de Cardiología y Medicina
Preventiva del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA), explica que
esta es “una enfermedad silente, puede cursar asintomática por mucho tiempo, no
tiene cura -aunque sí puede tratarse eficazmente- y solo la podemos detectar
mediante controles periódicos”.
3. Pero
puede dar señales
El especialista aclara que, aunque sea
asintomática, puede llegar a producir síntomas como cefalea, rubor facial,
mareos, visión doble, taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria),
taquicardia, zumbidos en los oídos, sangrado nasal, cansancio, dolor de pecho
o, en el peor de los casos, un ACV.
4. Los
controles son la clave
La única forma de saber si se tiene presión alta es
medirla. Todos los adultos deben revisar su tensión arterial periódicamente,
pues es necesario conocer los valores para detectar cambios importantes. Cuando
los niveles son más altos de lo habitual, se debe consultar a un especialista.
5. Los niños
también la padecen
La hipertensión en los niños es menos frecuente,
pero existe. Se estima que afecta entre 1 y 5% de niños y adolescentes en
Estados Unidos y, aunque se presenta con mayor frecuencia en niños obesos, los
de peso regular también pueden tenerla. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica
que la mayoría de los niños no presenta síntomas, con frecuencia se descubre
durante una revisión médica de rutina. Lo recomendable es que la presión
arterial se comience a medir desde los tres años de edad.
6. El
tratamiento es vital
“Una vez que el paciente comienza un tratamiento,
es importante que no lo abandone; la presión bien controlada mejora la calidad
de vida de las personas en múltiples aspectos”, asegura el cardiólogo de INEBA.
7. Se puede
prevenir
La HTA se puede prevenir y la OMS sugiere tomar
cinco medidas para lograrlo. En primer lugar, llevar una dieta saludable con
una ingesta de sal de menos de 5 g al día (menos de una cucharilla de café),
evitando las grasas saturadas e incluyendo cinco porciones de fruta y verdura
al día.
Evitar el consumo
de alcohol (no más de una bebida estándar al día), no consumir tabaco ni
exponerse a él, hacer actividad física de forma regular (al menos 30 minutos al
día) y mantener un peso saludable y gestionar el estrés de una forma saludable
(meditación, ejercicio físico adecuado, relaciones sociales positivas) son las
otras recomendaciones. HD
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