Al envejecer, nos volvemos más vulnerables a
enfermedades como la gripe o la neumonía. La incidencia es más alta durante el
invierno.
Las personas mayores de 65 años representan la
población con la tasa de hospitalización más alta por neumonía. Estos requieren
de muchos cuidados específicos para afrontarla. Para garantizar la salud de una
persona mayor durante el invierno es muy importante que le ayudemos a combatir
el frío.
Incidencia
neumonía en adultos mayores
La neumonía es una patología respiratoria que
afecta al pulmón. Es la infección aguda que provoca más ingresos hospitalarios,
sobretodo en el caso de los adultos mayores.
¿Sabías que un 85% de los fallecimientos por
neumonía y gripe ocurren en la tercera edad? Los mayores son el principal grupo
de riesgo ante la neumonía. Más del 40% de los enfermos de neumonía mayores de
65 años son hospitalizados por complicaciones. Entre el 21% y el 54% de los
adultos mayores que padecen neumonía tienen una corta esperanza de vida y
muchas posibilidades de padecer una recaída.
¿Qué tan
grave puede ser una neumonía en el adulto mayor?
Cualquier persona puede sufrir neumonía, pero los
grupos riesgo de la población ante la neumonía son las personas menores de 5
años y mayores de 50 años.
La neumonía ocupa el tercer puesto en el ranking de
causas de mortalidad en adultos. Según los datos de la OMS, la neumonía tiene
una mortalidad aproximada de 1.6 millones de personas al año en el mundo.
Cuando la neumonía va acompañada de enfermedades
causadas por la edad avanzada puede conllevar complicaciones. En la tercera
edad, muchos pacientes presentan desencadenantes de enfermedades mentales. Es
muy importante que cuando cuidamos de alguna persona mayor enferma conozcamos
la máxima información sobre sus enfermedades, así se podrá garantizar el mejor
apoyo y cuidado de éste.
Síntomas
neumonía en adultos mayores
No todos los pacientes con neumonía sufren los
mismos síntomas, ya que dependerá de la forma en que se adquiera la enfermedad
y de su estado de salud. La neumonía puede ser causada por hongos, bacterias o
virus. En función de la causa experimentamos unos síntomas u otros. Algunos
tipos de neumonía pueden contagiarse por el aire.
Podemos distinguir tres tipos:
Síntomas neumonía común
·
Tos extrema y persistente, con mocos, pus e incluso
con sangre
·
Fiebre alta
·
Escalofríos con temblores
·
Sudores
·
Dolor de tórax
·
Falta de aire
·
Sonidos de afectación respiratoria
Síntomas neumonía atípica
Todos los síntomas
anteriores más:
·
Alteraciones del estado de consciencia
·
Confusión
·
Dolor muscular y articular
·
Alteraciones gastrointestinales
·
Tos seca, sin mocos
·
Dolor de cabeza
·
Deshidratación
·
Cansancio
·
Malestar general
·
Mareos
Síntomas de neumonía grave
A todos los síntomas anteriores
se les debe sumar:
·
Destrucción del tejido pulmonar
·
Insuficiencia respiratoria
·
Absceso pulmonar
·
Acumulación de pus y líquido en el pulmón
·
Caída de la tensión arterial
·
Taquicardia
·
Delirio
·
Afección de otros órganos
Cuando una persona de la tercera edad sufre
neumonía es posible que tenga problemas a la hora de tragar los alimentos o
incluso puede llegar a vomitarlos.
Tener neumonía puede conllevar graves consecuencias
para una persona anciana. El riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares
aumenta 10 veces después de los 30 días de hospitalización. Se debe tener en
cuenta que cada paciente es un mundo y que no todos deben de experimentar los
mismos síntomas. Cuando la enfermedad se produce en adultos mayores, los
síntomas pueden ser más inespecíficos y aparecer con menos manifestaciones. La
causa más común de esta enfermedad en personas de edad avanzada es la gripe,
por ello, es muy importante que las personas mayores se vacunen contra este
virus. El riesgo de neumonía en adultos mayores aumenta durante el invierno.
Conoce los cuidados especiales para la época de invierno.
Neumonía en
adultos mayores hospitalizados
Cuando un paciente de edad avanzada ingresa en el
hospital por complicaciones de neumonía es muy importante que reciba la mayor
atención posible y los cuidados que necesita para garantizar su recuperación.
Al hospitalizar a un paciente por una infección
pulmonar como la neumonía, los profesionales sanitarios del hospital le ayudan
a respirar mejor, a ingerir los alimentos, líquidos y nutrientes para mantener
fuerte el sistema inmunitario y a tomar la medicación necesaria para eliminar
los gérmenes que han causado la enfermedad. Los cuidados en el hospital por
parte de un cuidador profesional son esenciales para garantizar la seguridad y
el buen cuidado del mayor. Los profesionales sanitarios del hospital deben
atender a muchos pacientes, por ello, la presencia de la figura del cuidador
puede ser muy importante para velar por la salud y bienestar del paciente en
todo momento.
Una vez el paciente recibe el alta hospitalaria no
estará recuperado del todo, todavía experimentará síntomas después de salir del
hospital. La atención continuada del cuidador en el hogar es esencial para
asegurarnos de que el mayor se recupera favorablemente y de que no sufra
ninguna recaída.
Prevención
de la neumonía en el hospital
Cuando vamos a visitar a un familiar enfermo de
neumonía o a cuidar de él, es muy importante que tomemos ciertas medidas de
prevención para evitar el contagio del virus o bacteria:
·
Extremar la limpieza de los equipos médicos y en la
manipulación del enfermo.
·
Lavado frecuente de manos.
·
Uso de guantes y mascarilla.
·
Elevar la cabecera de la cama para realizar las
actividades de cuidados o tratamientos.
·
Realizar fisioterapia respiratoria; ejercicios de
respiración profunda con terapia para eliminar las secreciones respiratorias.
·
En los pacientes con riesgo de aspiración;
Interrupción de la alimentación por vía oral y aspiración de secreciones.
Tratamiento
neumonía en adultos mayores
Cada paciente es un mundo. Por ello, para poder
encontrar el tratamiento más adecuado para cada paciente, debemos tener en
cuenta ciertos aspectos:
·
Historial médico del paciente.
·
Causa de la enfermedad.
·
Tipo de neumonía.
·
Síntomas del paciente.
Mantener hidratado y descansado al paciente es muy
importante para una buena recuperación. Recordamos que la dieta en la tercera
edad es muy importante, sobre todo cuando el mayor está enfermo. No obstante,
no debemos olvidar que es necesario acompañarla de la actividad física adecuada
para personas de la tercera edad. Los ejercicios de resistencia son la mejor
opción para un envejecimiento activo y saludable.
El tratamiento más básico y fundamental de la
neumonía es el uso de antibióticos. Cuando se origina por una gripe grave se
usan antivirales. Para ayudar a los antibióticos a cumplir su función debemos
mantener al paciente hidratado y en reposo. Los analgésicos y los antitérmicos
también son eficaces. En los casos de las neumonías más graves se podría necesitar
un tratamiento de oxigenoterapia, según el oxígeno arterial del paciente. Si
siguen las complicaciones, éste necesitará medicación broncodilatadora.
Cómo
utilizar el oxígeno
Cuando el médico receta un tratamiento de
oxigenoterapia desde casa se debe tener en cuenta ciertos puntos:
·
Tener siempre una reserva de oxígeno en casa.
·
Nunca cambiar la cantidad de oxígeno que fluye.
Siempre debemos preguntarle primero al médico.
·
Tener siempre el número de teléfono del proveedor
de oxígeno.
·
Nunca fume cerca de un tanque de oxígeno y no fume.
·
Llevar siempre una reserva de oxígeno cuando
salgamos de casa. Infórmate y aprende sobre cómo usar el oxígeno con seguridad
en casa.
Consejos de
seguridad: Uso de oxígeno en el hogar
El oxígeno es extremadamente inflamable, por ello,
es necesario que tomemos ciertas medidas de prevención para mantener a nuestra
familia y hogar a salvo:
·
Extintores y detectores de humo en funcionamiento
por varios puntos de la casa.
·
Todas las fuentes de fuego o calor deben estar como
mínimo a 2 metros de la habitación donde se usa el oxígeno; estufas,
calentadores, chimeneas, velas de mesa, calentadores eléctricos, mantas
eléctricas, hornos, etc.
·
Nadie debe fumar cerca de la persona que utiliza
oxígeno. Evita que se fume en toda la casa.
·
No se deben utilizar cerca del oxígeno: cepillo de
dientes eléctrico, productos de limpieza, juguetes con motor, máquina de
afeitar ni secador de pelo.
·
Cocinar con microondas es lo más seguro.
·
Almacena el oxígeno debajo de la cama. Nunca lo
guardes en un baúl, caja o cuarto pequeño.
·
Evitar los tropiezos con los tubos de oxígeno.
Recaída de
neumonía en adultos mayores
Cuando una persona sufre neumonía es muy importante
velar por su buena recuperación. Debemos evitar las recaídas, ya que empeoran la
gravedad de la enfermedad.
Si el paciente sufre alguna enfermedad cardíaca o
pulmonar debemos prestarle especial cuidado y atención.
Como hemos dicho anteriormente, el paciente no está
del todo curado cuando vuelve a casa, es entonces cuando debemos ser
conscientes de cuándo debemos llamar al médico.
¿Cuándo debo
llamar al médico?
Ante las siguientes situaciones no debemos dudar de
contactar con el médico lo más rápido posible:
·
La respiración del paciente se vuelve complicada y
no puede respirar profundamente.
·
La respiración del enfermo se vuelve más rápida que
antes.
·
Las yemas de los dedos o la piel de alrededor de
las uñas se vuelven azules.
·
El paciente experimenta dolor torácico cuando toma
respiración profunda.
·
El mayor se siente somnoliento o confundido.
·
La fiebre reaparece.
·
El paciente tiene mocos oscuros o sangre.
La enfermedad
neumocócica puede ser mortal para los adultos mayores
La mayoría de las infecciones neumocócicas son
leves. Sin embargo, algunas pueden ser mortales, especialmente para los adultos
de 65 años o más:
La neumonía neumocócica causa la
muerte de aproximadamente 1 de cada 20 personas que la contraen.
La bacteriemia neumocócica causa
la muerte de aproximadamente 1 de cada 5 personas que la contraen.
La meningitis neumocócica causa la
muerte de aproximadamente 1 de cada 5 personas que la contraen.
Protección
con las vacunas antineumocócicas
Dos vacunas ayudan a prevenir la enfermedad
neumocócica:
·
La PCV13 (vacuna antineumocócica conjugada)
·
La PPSV23 (vacuna antineumocócica
polisacárida)
La PCV13 protege contra 13 cepas de bacterias
neumocócicas y la PPSV23 protege contra 23 cepas de estas bacterias. Las dos
vacunas proporcionan protección contra enfermedades como la meningitis y la
bacteriemia. Estas vacunas son seguras, pero se pueden producir efectos
secundarios. La mayoría de los efectos secundarios, como inflamación o dolor en
el brazo, son leves y no afectan las actividades de la vida diaria.
¿Qué adultos
deben recibir la vacuna PCV13 y qué adultos no deben recibirla?
Se recomiendan la PCV13 para las siguientes personas:
·
Todos los adultos de 65 años o más.
·
Los adultos de 19 años o más que tengan ciertas
afecciones.
No se aplique la PCV13 si alguna vez ha tenido una
reacción alérgica potencialmente mortal a lo siguiente:
·
Una dosis de la vacuna.
·
Una vacuna antineumocócica anterior llamada PCV7 (o
Prevnar).
·
Cualquier vacuna que contenga toxoide de la
difteria (p. ej., la DTaP)
Además, cualquier persona que tenga una alergia
grave a cualquiera de los componentes de la vacuna PCV13 no debe recibirla.
¿Qué adultos
deben recibir la vacuna PPSV23 y qué adultos no deben recibirla?
Los CDC recomiendan la PPSV23 para las siguientes
personas:
·
Todos los adultos de 65 años o más.
·
Los adultos de los 19 a los 64 años de edad que
tengan ciertas afecciones o que fumen cigarrillos.
No se aplique la PPSV23 en los siguientes casos:
·
Alguna vez ha tenido una reacción alérgica
potencialmente mortal a una dosis de la PPSV23.
·
Tiene una alergia grave a cualquier componente de
la vacuna.
·
No debe ponerse las dos vacunas antineumocócicas al
mismo tiempo
Los especialistas recomiendan que no se administren
las vacunas PCV13 y PPSV23 al mismo tiempo. Si necesita las dos vacunas,
póngase primero la PCV13 seguida de una dosis de la PPSV23 en otra visita.
Hable con un profesional de atención médica para saber cuándo debe regresar
para la segunda vacuna.
Se puede
recibir la vacuna contra la gripe y una de las dos vacunas antineumocócicas al
mismo tiempo
Puede recibir una de las vacunas antineumocócicas
(pero no las dos) cuando se ponga la vacuna contra la influenza (gripe). Aunque
no necesita administrarse la vacuna antineumocócica todos los años, es
importante que reciba la vacuna contra la influenza cada temporada de
influenza. Tener gripe aumenta su riesgo de contraer la enfermedad neumocócica.
NIH
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