Cuando se trata de una cita con un médico, algunas
mentiras inocentes pueden convertirse en una verdadera tragedia. Aunque no
creas que sea nada grave ocultar un mal hábito, olvidarse de mencionar un
multivitamínico que tomas, tergiversar la cantidad de ejercicio que haces o
simplemente no presentarse en el consultorio del médico por un tiempo,
todas estas cosas pueden realmente perjudicar tu salud y suponen un grave
riesgo para la salud.
Conoce las 12 mentiras comunes que nunca
debes decirle a tu médico:
1. Asegúrate de indicar todos los medicamentos y suplementos que estás
tomando, incluso los medicamentos de venta libre y los suplementos
nutricionales
Cualquier cosa que ingieras o inyectes en tu cuerpo
puede interferir con tu funcionamiento u otro medicamento que te receten, no
mencionárselo a tu doctor te pone en riesgo de efectos secundarios e
interferencias de medicamentos, lo que puede poner en peligro tu salud física y
mental. Estos medicamentos incluyen: Medicamentos
recetados (por ejemplo, anticoagulantes, antidepresivos, antibióticos y
medicamentos para el corazón).
·
Medicamentos de venta libre (como la
aspirina).
·
Remedios herbales (remedios botánicos y suplementos
herbales).
·
Vitaminas y suplementos (vitaminas complejas,
aminoácidos, minerales), suplementos proteicos, suplementos para perder peso).
Los síntomas de una interacción farmacológica
problemática varían y pueden ser potencialmente mortales: caídas extremas de la
presión arterial, latidos cardíacos irregulares o rápidos, daño al hígado y
riñón, náuseas, malestar estomacal y dolor de cabeza. La lista de medicamentos
y síntomas continúa, y solo un profesional con licencia puede confirmar si la
combinación de medicamentos que está tomando es segura.
2. Menciona todas las cirugías y procedimientos médicos pasados, incluso
los menores, incluidos los embarazos y el parto.
Ser honesto con tu médico sobre cada cirugía menor
o procedimiento estético que ocurrió hace años puede no parecerte importante,
pero esta información puede ser una pista crucial para tu médico que puede
ayudar a diagnosticar y tratar tu afección. Sé explícito acerca de las cirugías
y procedimientos médicos que hayas realizado, incluidos:
·
Cirugía estética y plástica.
·
Complicaciones laborales o abortos.
·
La eliminación o protuberancias o bultos en la
piel.
Esto es importante porque algunas cirugías aumentan
su probabilidad de desarrollar ciertas enfermedades y síntomas, por ejemplo una
vesícula biliar extraída puede hacer que experimente hinchazón y dolor
abdominal después de comer alimentos grasos o picantes. Además, tus cirugías
previas pueden brindarle a tu médico una idea adicional de lo que está
sucediendo o señalar un problema mayor, como un relleno cosmético que puede
inflamarse o causar reacciones alérgicas graves e incluso crónicas, que pueden
no ser diagnosticadas a menos que reveles que realizaste este procedimiento.
Por último, los problemas relacionados con la anestesia, como la posibilidad de
complicaciones, son siempre una consideración antes de una próxima cirugía, y
un historial de antecedentes previos. Las cirugías pueden ayudar a tu médico a
medir mejor la dosis y el tipo de anestésico que va a usar.
3. No mientas sobre tu edad y el historial médico de tus padres
La divulgación precisa de la edad del paciente es
extremadamente importante, ya que muchos procedimientos médicos preventivos
cruciales dependen de la edad. Esto puede ayudarle a prevenir enfermedades
graves, como el cáncer, por ejemplo. Otra medida preventiva que podría estar
perdiendo son las inmunizaciones, la mayoría de las cuales dependen de la edad,
especialmente para los niños. Hablando de niños, es de suma importancia ser
precisos acerca de la edad de los niños pequeños, ya que los medicamentos que
pueden tomar con seguridad y eficacia dependen de la edad del niño. También es
importante que todos notifiquen a su médico acerca de cualquier afección que
afecta a tu familia, como cáncer, diabetes, afecciones genéticas, etc., ya que
tu médico te asignará pruebas adicionales y exámenes de detección para prevenir
o controlar la afección que padeces. Es probable que hayas heredado de su
familia.
4. Nunca tergiverses la cantidad de ejercicio que haces, así como la
calidad de tu dieta
Es comprensible que queramos vernos bien a los ojos
de nuestro médico y, a menudo, afirmar que nuestros niveles de actividad son
más altos de lo que realmente son, pero la falta de ejercicio, así como una
dieta poco saludable, pueden ponerte en riesgo de diabetes y enfermedad
cardíaca, y tu médico debe saber cuánto ejercicio realiza para poder acceder a
tu salud a largo plazo. Por un lado, pueden ayudarte a elegir la dieta y el
régimen de ejercicio que mejor se adapte a tu estilo de vida. Pero la falta de
ejercicio no es el único peligro, ya que tu médico puede indicarte que te
abstengas de hacer ejercicio o ciertos alimentos por diferentes razones, y si
no saben qué haces ejercicio o comes demasiado o muy poco de algo, te estás
preparando para más complicaciones.
5. Siempre di la verdad sobre cuánto tiempo pasas al aire libre,
especialmente sin protección solar durante el día
La exposición al sol sin protección aumenta tu
probabilidad de desarrollar cáncer de piel, incluso durante viajes cortos del
automóvil al centro comercial, al trabajo o al hogar. Incluso si no te quemas
con el sol con regularidad, pero no usas y no te vuelves a aplicar el protector
solar, o te acostumbras a broncearte sin el protector solar en el pasado,
tienes un mayor riesgo de esta condición, al igual que las personas que visitan
las camas solares. Comparte esta información con tu médico, ya que requerirá
exámenes de la piel más completos y regulares.
6. No mientas sobre tu salud bucal
Todos sabemos cómo se supone que debemos
cepillarnos los dientes y usar hilo dental dos veces al día, y a menudo estamos
muy ansiosos por compartir ese conocimiento con el dentista, incluso cuando no
seguimos esta recomendación por nosotros mismos. Pero la verdad del asunto es
que tu salud oral está inevitablemente relacionada con su salud en general, y
una mala higiene bucal se ha relacionado con una variedad de problemas de
salud: tos frecuente, enfermedad cardíaca, problemas para concebir (en mujeres)
y muchos otros. Sé explícito acerca de tus hábitos de higiene oral y mejora si
tu médico dice que puede ser la causa de tu problema de salud.
7. Indica honestamente tu propio historial médico, incluida la última
vez que has visto a un médico
Siempre di la verdad sobre la última vez que
visitaste a un médico, ya que durante este tiempo, es posible que hayas omitido
algunos procedimientos preventivos, vacunas y controles de rutina. En palabras
sencillas, tu médico realizará un examen más exhaustivo cuando sepas que no has
ido a un médico por un tiempo. La misma regla funciona con tu historial de
salud: por ejemplo, una historia previa de muchas alergias, aumenta tu
probabilidad de tener asma, por lo que justifica una investigación más profunda
de los pulmones. Además de eso, tu historial médico puede influir en el tipo de
tratamiento médico que puede o no puede recibir por una afección no
relacionada, por lo tanto, siempre notifica al médico cualquier otra afección
que tengas o hayas padecido, incluidas alergias y enfermedades crónicas.
8. Sé honesto sobre asuntos incómodos, como los movimientos
intestinales, el ciclo menstrual, la salud mental, etc.
Si bien puede ser un tema de discusión muy incómodo
cosas como los movimientos intestinales, la salud reproductiva y la salud
mental son lo que la mayoría de los médicos tratan todos los días. Además,
factores como la disfunción eréctil o la ansiedad pueden ser un criterio
diagnóstico importante de afecciones aparentemente no relacionadas. Algunos medicamentos
pueden ser peligrosos para ti, por ejemplo ciertos medicamentos para el corazón
pueden empeorar los síntomas de la depresión, por lo que es fundamental que
informes a tu médico sobre tu afección para que puedas elegir un medicamento
diferente.
9. Informa a tu médico si no has seguido las instrucciones antes de un
procedimiento médico
Decirle a un anestesiólogo que ayunaste antes de
una cirugía cuando no lo hiciste puede causar complicaciones graves, ya que
durante la sedación, el contenido del estómago se puede derramar en el tracto
respiratorio, haciendo que te atragante con tu comida o desarrolles una
neumonía. Es importante para reprogramar tu cirugía, en ese caso, ya que pasar
por el quirófano te pondrá en peligro. Pero un ayuno que no se mantiene antes
de la cirugía no es el único problema, ya que no seguir las instrucciones del
médico también puede alterar el análisis de sangre o los resultados de las
imágenes, por lo que es mejor ser explícito si realmente no has seguido las
instrucciones como se suponía.
10. Si no entendiste algo que tu médico te dijo, haz una pregunta de
seguimiento
Es natural hacer preguntas de seguimiento, pero
muchos pacientes son demasiado modestos y no quieren imponer sus preocupaciones
a sus médicos. Sin embargo, en realidad, es crucial que entiendas exactamente
qué hacer después de dejar el consultorio médico, ya sea tomando citas con
otros especialistas, con qué frecuencia debes tomar los medicamentos recetados
recientemente o cómo prepararse para un próximo examen o procedimiento. No
tengas miedo de plantear cualquier pregunta o inquietud, incluso si tomas algún
tiempo extra en el consultorio del médico.
11. Informa a tu médico si olvidaste tomar el medicamento recetado
Es crucial para tu médico saber si realizó alguna
modificación en su programa de medicamentos, ya que tomar demasiado o muy poco
medicamento, o saltarse tan poco como un día realmente puede afectar tu salud.
Y no importa si suspendiste tus antibióticos unos días antes, omitiste la
anticoncepción o te olvidaste de tomar tu medicamento para el corazón, siempre
debes mantener a tu médico informado sobre esto.
12. Sé explícito si fumas, bebes alcohol o tomas drogas recreativas
Este último punto es realmente crucial, ya que
puede ser potencialmente mortal. El consumo de alcohol y el consumo de drogas
pueden alterar el resto de tus medicamentos, haciéndolos menos efectivos o
causando efectos secundarios. El uso de marihuana, por ejemplo, puede hacer que
algunos antidepresivos, medicamentos para el corazón y anticoagulantes sean
ineficaces. Sin embargo, un hábito alcohólico severo no es menos dañino, ya que
los síntomas de abstinencia de alcohol pueden matar a un paciente
hospitalizado, especialmente si el paciente no reveló su hábito, y los médicos
no sospechan que deban tratar los síntomas de abstinencia y no algo
desconocido. Por otra parte, fumar tabaco aumenta la probabilidad de
desarrollar una variedad de enfermedades pulmonares, disfunción eréctil,
enfermedad cardíaca y ACV. Finalmente, todos estos hábitos pueden interferir
con tus signos vitales y pruebas de salud, lo que evitará que recibas los tratamientos
y las evaluaciones de salud que realmente necesitas.
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