Obispo y
fundador, 30 de Mayo
Martirologio Romano: En
Savona, Italia, tránsito de san José Marello, obispo de Acqui, en la región del
Piamonte, que fundó la Congregación de Oblatos de San José, dedicada a la
formación moral y cristiana de la juventud (†
1895).
Fecha de beatificación: 26 de septiembre de 1993 por S.S. Juan Pablo
II.
Fecha de canonización: 25 de noviembre de 2001 por S.S. Juan Pablo
II.
José Marello, nacido en Turín el 26 de diciembre de
1844, pasó su infancia en S. Martino Alfieri, cerca de Asti. Su devoción a la Virgen María fue determinante en su
opción y fidelidad a la vocación.
Entró en el seminario de Asti y se trasformó en el
animador de sus compañeros en los propósitos de bien y de santidad. Con algunos
de ellos se unió con un vínculo de profunda amistad, llevándolos a establecer
una regla de vida muy exigente y a vivirla juntos, como preparación para la
ordenación y para el ministerio presbiteral.
Ordenado sacerdote el 19 de septiembre de 1868,
José Marello ejerció su servicio sacerdotal en la diócesis de Asti, primero
como secretario del Obispo y luego atendiendo las actividades de la Curia. Se
dedicó con celo a las confesiones, a la dirección espiritual y a la catequesis.
Asumió con especial interés la formación moral y religiosa de la juventud; para
los jóvenes obreros organizó cursos vespertinos de catecismo. Siempre estaba
dispuesto a ayudar al clero de la diócesis en su ministerio pastoral. Se
manifestó sensible hacia los ancianos, haciéndose cargo una Casa de reposo, que
no tenía medios para asistir a los internados.
Trabajó en comprometer al laicado a través de
varias iniciativas católicas que iban surgiendo para sostener la persona y la
acción del Papa en momentos difíciles para la Iglesia. Al mismo tiempo, sentía un profundo deseo de
dedicarse totalmente a Dios en la Trapa. Su obispo, Mons. Savio, lo disuadió
diciéndole que el Señor esperaba otra cosa de él. Quiso trasmitir esta
aspiración de dedicarse totalmente al Señor proyectando una nueva Familia
religiosa, que hiciera revivir en la ciudad de Asti la vida religiosa
masculina, sofocada por las leyes subversivas de aquel tiempo.
El 14 de marzo de 1878 fundó la Congregación de los
Oblatos de San José, proponiéndoles como modelo a San José en su relación
íntima con el Hijo de Dios y en el cuidar los designios de Jesús. A sus
Oblatos, Sacerdotes y Hermanos, encomendó de modo particular la difusión del
culto a San José, la formación de la juventud y la ayuda ministerial a las
Iglesias locales.
Durante el Concilio Vaticano I, el Cardenal Joaquín
Pecci tuvo ocasión de apreciar las dotes y virtudes del joven sacerdote José
Marello, que acompañaba a su Obispo como secretario. Elegido Papa el Cardenal
Joaquín Pecci, con el nombre de León XIII, lo nombró Obispo de Acqui,
convencido de haber dado a esta Diócesis una ‘perla’ de Obispo.
Habiendo tomado posesión de la diócesis, el nuevo
Obispo José Marello se hizo presente en todas las parroquias con las visitas
pastorales. Se mostró cercano a todos, preocupándose en unir los corazones
entre el clero y los fieles. En su
actividad pastoral promovió el catecismo, la educación cristiana de la
juventud, las misiones, el testimonio cristiano.
Murió el 30 de mayo de 1895 en Savona, donde había
ido, no obstante sus precarias condiciones de salud, para tomar parte en las
celebraciones del tercer centenario de San Felipe Neri.
Manteniéndose después de su muerte la fama de su
santidad, testimoniada con numerosas gracias obtenidas, se iniciaron los
procesos informativos. El 28 de mayo de 1948 se introdujo la Causa de
Beatificación y el 12 de junio de 1978, en presencia del Papa Pablo VI, se leyó
el decreto sobre la heroicidad de sus virtudes. Juan Pablo II lo proclamó Beato
en Asti el 26 de septiembre de 1993, presentándolo a los Pastores del Pueblo de
Dios, a sus Oblatos y a los fieles, como ejemplo y modelo de caridad hacia
todos, y de incansable y silenciosa labor en favor de los jóvenes y de los
marginados.
Con un decreto solemne del 18 de diciembre del
2000, el Santo Padre Juan Pablo II declaró que “ha sido probado el milagro
obrado por Dios por la intercesión del Beato José Marello, Obispo de Acqui,
Fundador de la Congregación de los Oblatos de San José: es decir, la curación
improvisa, completa y duradera de los niños Alfredo e Isila Chávez León,
sanados ambos simultáneamente de bronconeumonía con fiebre alta, disnea y
cianosis en pacientes con desnutrición crónica”.
Después del reconocimiento de este milagro el 13 de
marzo del 2001, en el Consistorio ordinario público para la Canonización de
algunos Beatos, Juan Pablo II pronunció con solemnidad su decisión: “Por la
autoridad de Dios Omnipotente, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra,
decretamos que... el Beato José Marello... sea inscrito en el Libro de los
Santos el día 25 de noviembre del 2001”.
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