Nunca
es agradable cuando sales a caminar o trotar y comienzas a sentir una sensación
palpitante en tus talones. Contrariamente a lo que podrías pensar, esta
sensación afecta a no menos del 40% de todos los estadounidenses cada año, de
acuerdo con la American Podiatric Medical Association. Los factores que
contribuyen a este malestar incluyen la tensión repetitiva, el envejecimiento
natural o incluso el uso de zapatos equivocados. Esta guía te explica los motivos
del dolor en el talón y también te ofrecerá 5 soluciones efectivas para
aliviarlo:
1.
Fascitis plantar
Esta es la causa más común de dolor en el talón, que afecta a unos 2
millones de personas al año. La fascia plantar es una banda de tejidos que recorre
el arco del pie y conecta los dedos de los pies con el talón. Su función es
ayudar al pie a absorber el choque, pero puede inflamarse después de ser
sometida a la presión repetida de caminar o correr. El dolor resultante es más
pronunciado en la mañana o después de un período de tiempo sentado o de pie.
La razón por la que el dolor es más pronunciado en la mañana es
porque el arco de tu pie vuelve a su posición natural cuando estás durmiendo,
al igual que tu fascia plantar. Tan pronto como das tu primer paso después de
despertarte, tu fascia plantar se estira nuevamente, causando micro desgarros,
que pueden ser muy dolorosos. Otras causas de la fascitis plantar son los
músculos apretados de la pantorrilla o los tendones de Aquiles, el uso de
zapatos con poco o ningún soporte para el arco, el hecho de tener los pies
planos o aumentar la cantidad de actividad física que haces demasiado rápido.
Cómo tratarla
Los antiinflamatorios de venta libre, como el ibuprofeno, funcionan
bien, al igual que poner hielo en el área afectada. Se puede evitar una mayor
irritación al usar zapatos más resistentes y descansar el pie tanto como sea
posible. También es una buena idea cambiar los zapatos que usas cada cuatro o
seis meses.
Ejercicios:
·
Estiramiento de la toalla
Siéntate con las piernas estiradas, luego coloca una toalla
enrollada alrededor del arco de uno de tus pies. Sostén cada extremo de la
toalla con las manos y luego tira suavemente el pie. Sostén durante 15-30
segundos, luego repite el ejercicio en tu otro pie.
·
Elevar talón en la escalera
Sitúate en una escalera inferior, moviendo tus pies hacia atrás para
que tus talones se caigan del borde. Sostén la pared o el riel para apoyo,
cambiando tu peso a un pie. Luego, baja el talón de tu pie hacia el suelo y
mantén durante 15-30 segundos. Repite el ejercicio en el otro pie.
2. Atrofia de grasa
El ser humano promedio camina 160.000 kilómetros durante toda su
vida por lo que no es de extrañar que la amortiguación natural del pie se
desgaste a lo largo de los años. Tener almohadillas de grasa más finas en el
talón significa que la presión a la que está expuesto aumenta. Esta es la
segunda razón más común del dolor del talón.
Cómo tratarlo
Este tipo de dolor en el talón se puede tratar con un triple
enfoque, es decir, descansar los pies, poner hielo en los talones y tomar
antiinflamatorios. Sin embargo, lo mejor que puede hacer para este tipo de
dolencias es usar los zapatos más resistentes que puedas. Esto significa usar
zapatos planos o zapatos de tacón alto con la menor frecuencia posible si eres
mujer. Si te gusta caminar o correr como parte de tu rutina de ejercicios,
intenta realizar estas actividades en una superficie blanda como césped o una
pista en lugar de una acera.
3. Tendinitis de Aquiles
El tendón de Aquiles es el más grande en el cuerpo humano. Conecta
las pantorrillas a los huesos del talón. Puede inflamarse después de una
actividad física excesiva, como caminar o trotar. Los músculos tensos de la
pantorrilla también pueden ejercer tensión en los tendones de Aquiles.
Cómo tratarlo
Los ejercicios descritos anteriormente para la fascitis plantar
también hacen maravillas en la tendinitis de Aquiles. También puedes darte
masajes a tus pantorrillas y tendones para aumentar el flujo de sangre al área,
ya que al hacerlo puedes alentar la curación. Si el dolor persiste en el
transcurso de unas pocas semanas, consulta a un médico.
4. Fractura de estrés
Si resulta que has aumentado la cantidad de trotes o caminatas que
haces, entonces puedes provocar una pequeña grieta en los huesos de los pies,
lo que se conoce como una fractura por estrés. Si bien las fracturas por estrés
pueden ocurrir en cualquiera de los huesos del cuerpo humano, los huesos de los
pies son probablemente los más propensos a ellos debido a los golpes repetitivos
que reciben día tras día.
Cómo tratarla
Si tienes alguna sospecha de que tienes una fractura por estrés,
acude a un médico. El mejor remedio para una fractura por estrés es mucho
descanso.
5.
Artritis
Esta enfermedad causa inflamación de las articulaciones y puede
afectar tus pies, al igual que puede afectar la mayoría de las otras partes de
tu cuerpo. El riesgo de desarrollar artritis aumenta en las personas que tienen
los pies planos. Generalmente afecta a los huesos ubicados en la mitad del pie,
sin embargo, también puede afectar el hueso del talón. Si alguna vez has tenido
una lesión en el tobillo, es posible que desarrolles artritis postraumática
debido al daño del cartílago sufrido por la lesión.
Cómo tratarlo
La artritis se trata mejor descansando los pies tanto como sea
posible y tomando antiinflamatorios para aliviar el dolor. Comprobar que los
músculos de tus pies estén fuertes también ayudará a sostener la articulación y
disminuirá el impacto que se ejerce sobre ella. También intenta los
estiramientos descritos anteriormente para la fascitis plantar. Por
último, pero no menos importante, consulta a tu médico, quien podría
recomendarte un inserto para estabilizar tu pie.
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