sábado, 2 de febrero de 2019

Cosas que tu farmacéutico quiere que sepas

La cola en la farmacia puede ser molesta, pero es larga por una razón. El farmacéutico tiene un montón de cosas que hacer, y lleva tiempo hacerlas correctamente. “El trabajo de un farmacéutico para un profano puede parecer simplista, pero hay muchas funciones, desde revisar tu perfil hasta verificar las interacciones y asegurarse de que estés obteniendo el medicamento y las dosis correctas”, dice Fernando González, inspector de salud pública, profesor asistente de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Salud Arnold & Marie Schwartz de la Universidad de Long Island. La gente debería darse cuenta de que apresurar una receta es como decirle a un piloto que no necesita revisar el tren de aterrizaje antes de despegar. A continuación hay 9 cosas que tu farmacéutico quiere que sepas:
1. No engañes a tu farmacéutico
Puede ser conveniente a veces usar la farmacia cercana al trabajo y otras veces, la más cercana a tu hogar, pero separar tus recetas en múltiples ubicaciones elimina la tutela y control que puede ejercer un farmacéutico de confianza. Lo contario podría hacer que tus recetas sean menos efectivas, o incluso mortales. Las interacciones entre medicamentos son reales, y eso incluye a todos los medicamentos, incluso con algunos que no requieren recetas.
“Asegúrate de que todos tus médicos estén al tanto de todos los medicamentos que tomas, incluidos los medicamentos de venta libre, las vitaminas y las hierbas”, dice Brian R. Malone, farmacéutico registrado, director de Servicios Farmacéuticos y Oficial de Seguridad de Medicamentos de la Universidad de Nueva York. Ten en cuenta que algunos medicamentos se anulan entre sí y otros son peligrosos de mezclar.
2. No asumas tú solo la responsabilidad de los asuntos médicos
Los medicamentos pueden ser costosos, pero no permitas que el costo ponga en peligro tu salud. Según González, los pacientes deben recibir una mejor educación acerca de sus opciones de medicamentos, incluidos los costos, pero deben ser proactivos y pedir consejo, si esa información vital no está disponible.
“Las medicinas de hoy son tan potentes y tan caras. Tomarlas correctamente es la clave para el manejo de la enfermedad. Muchos pacientes que han alcanzado o sobrepasado su límite económico máximo ahora tienen que pagar una tarifa más alta por sus recetas y tienden a comenzar a extender el tiempo que dura la caja de medicamentos que tienen al no tomarlos según lo prescrito, o al no tomarlos en absoluto. Esta es una práctica muy peligrosa”, dice. Debes hablar con tu médico o farmacéutico sobre los planes que puedes pagar y averiguar si alguna administración o asociación  te puede ayudar y qué fabricantes de medicamentos proporcionan los de menor costo.
3. Haz preguntas
Tus farmacéuticos están para ayudar. Son un recurso increíble que debes usar, especialmente si tienes un médico que vigila el reloj durante las citas. “Siempre solicita la información sobre tus medicamentos en los términos que puedas entender”, dice Malone, quien sugiere hacer estas preguntas cada vez que tengas una nueva receta:
• ¿Para qué sirve la medicina?
• ¿Cómo se supone que debo tomarlo y por cuánto tiempo?
• ¿Hay algún efecto secundario? ¿Qué debo hacer si ocurren?
• ¿Es seguro tomar este medicamento junto con otros medicamentos o suplementos dietéticos?
• ¿Qué alimentos, bebidas o actividades deben evitarse mientras se toma este medicamento?
4. Deja internet para estar conectado, no para comprar medicinas
Los pacientes deben comprender que es peligroso comprar medicamentos de fuentes no aprobadas. Si ves que los medicamentos se venden a precios dramáticamente bajos, es más probable que sean falsificados. “La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos tiene los estándares más altos de aprobación de medicamentos en el mundo, y todos los fabricantes deben cumplirlos para obtener su aprobación. Eso no sucede con respecto a los medicamentos que compras de fuentes no autorizadas, incluidas las personas que afirman estar vendiendo medicamentos recetados que ya no necesitan”, dice González. En muchos casos, esto es realmente ilegal.
5. Comprueba y vuelve a comprobar
Los pacientes deben revisar sus medicamentos antes de salir de la farmacia. Debes verificar el nombre del paciente, el medicamento, el médico y las instrucciones. También si tu medicamento se ve diferente a lo habitual, ya sea en forma o color, consulta con el farmacéutico.
6. Pide ayuda cuando la necesites
Si sigues olvidando tomar tus medicamentos, pídele a un familiar o amigo que organice previamente tus medicamentos en un planificador de medicamentos. Esto también puede ayudarte a evitar una sobredosis, ya que evitarás tomar accidentalmente dos dosis.
7. Comprueba las fechas de caducidad
“Los medicamentos obsoletos no solo pierden su fuerza, sino que también pueden volverse tóxicos y enfermarte”, dice Malone. Por lo tanto, una o dos veces al año, debes verificar las fechas de vencimiento de tus medicamentos recetados y de venta libre, y deshacerte de todo lo que haya caducado. Algunas personas hacen esto cuando cambian las baterías de sus detectores de humo, o como parte de un ritual anual de limpieza de primavera, lo asocian a otra costumbre programada para que no se les olvide.
8. Personaliza tus frascos de medicamentos
Si vives con otras personas, separad los medicamentos de todos, si es posible, y mantenedlos en diferentes lugares. Si esto no es factible, busca una manera de identificar los medicamentos de cada persona. Todos los frascos de pastillas se parecen, y también muchas pastillas, pero puedes intentar codificar por colores o signos los frascos de cada uno.
9. No machuques las pastillas
Aunque a veces las pastillas pueden ser difíciles de tragar, nunca se deben triturar sin el permiso de tu médico. Esto se debe a que algunos medicamentos se liberan con el tiempo y se han diseñado para ingresar lentamente en el torrente sanguíneo. Aplastarlos elimina esa capacidad de trabajar como deberían y puede ser peligroso.
Si tienes dificultad para tragar sus pastillas, no dejes de tomar tu medicamento. En su lugar, habla con tu médico sobre medicamentos alternativos, como los líquidos, que te serán más fáciles de tolerar. LDG

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