Convencidos de que las
palabras pueden construir realidades, afianzar mitos y perpetuar inequidades,
12 organizaciones de la sociedad civil relanzaron la campaña Cáncer: Hablemos en positivo.
En el
marco del Día Mundial del Cáncer, que se conmemora el lunes 4 de febrero, estas organizaciones
sugirieron reemplazar algunos términos por otros, para aportar una mirada
positiva a esta enfermedad, al tiempo que proponen un abordaje integral e
inclusivo.
Según datos publicados por el
Instituto Nacional del Cáncer, se diagnostican más de 115 mil nuevos casos por
año en Argentina, lo que representa más de 300 casos por día.
Los tipos de cáncer más frecuentes
son, en orden estadístico, el de mama, colon-recto, pulmón, próstata, cuello
uterino, riñón, páncreas, estómago, vejiga, linfoma no-hodgkin y las leucemias.
Ante este panorama, se vuelve prioritario todo lo que pueda hacerse para
mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta condición.
En este sentido, el uso que se
hace de las palabras aparece como un aspecto sobre el que se puede y debe
trabajar. El año pasado, las organizaciones se unieron para lanzar esta
campaña porque les parecía que era necesario llevar la conversación sobre
cáncer a otro nivel, más humano, más optimista, más acorde con la
actualidad.
Dado el éxito de la iniciativa,
decidieron reeditarla en 2019 al considerar que aún queda mucho por mejorar
cuando se habla de cáncer: «cuesta contar en el trabajo que se tiene o tuvo
cáncer, hay preguntas que no nos animamos a hacerle a nuestro papá, mamá o
pareja ante un cáncer; no se sabe qué decir ante un amigo con cáncer»,
explicaron.
Las palabras que se usan en torno
al cáncer pueden afianzar estereotipos, mitos, inequidades o, simplemente,
alejarnos de la realidad.
Lo que la persona y su entorno
viven ante el diagnóstico de cáncer no es una 'batalla', las drogas disponibles
no son un 'arsenal terapéutico' y el tratamiento no será un 'arma'.
Además, los términos bélicos
parece que propusieran vencedores y derrotados, algo alejado de la
realidad.
En cambio, ante un cáncer, lo que
se emprende es un camino, algo que toca transitar y durante el cual se puede
crecer mucho y vivir plenamente.
Si se habla sobre el cáncer con
todas las letras, proponen las organizaciones, se lograría cambiar en la
comunidad, por ejemplo, el mito de que 'cáncer' es sinónimo de 'muerte'.
Hoy se sabe que hay mucho por
hacer a lo largo de todas las etapas que le toque atravesar a la persona.
Se puede trabajar en prevención,
en diagnóstico a tiempo, en la indicación terapéutica más conveniente y en los
cuidados paliativos y de que hay mucho por hacer para vivir más y mejor.
«La mayoría de las personas con
cáncer que participan de nuestras actividades manifiesta que la carga violenta
de las palabras no ayuda a su estado de ánimo y, por ende, no beneficia a su
recuperación. Solicitan llamar a las cosas por su nombre y evitar las palabras
bélicas que los ponen en el lugar de ganar o perder. Al mismo tiempo, cambiar
el léxico y hablar sin eufemismos evita el temor a los controles que favorecen
la detección temprana del cáncer», reconoció María Alejandra Iglesias,
presidenta de Asociación Civil Sostén.
Por su parte, Marta Mattiusi,
presidenta de MACMA, destacó que en esa organización «dejamos de usar la
palabra 'lucha', tan instalada, generando mensajes positivos que concienticen,
convencidas de que no sólo es preciso hablar sobre cáncer, sino hacerlo con
propiedad y cuidando las palabras que utilizamos»”.
«Los pacientes no están en
condiciones de recibir información asociada a la 'lucha que tienen que
enfrentar para vencer la enfermedad'; para 'no morir'. Esa idea está totalmente
alejada de la realidad actual del cáncer», afirma Marta Artigas, presidenta de
Fundación ACIAPO.
Para hacer ese proceso menos
traumático, existen las asociaciones de pacientes, cuya misión es acompañar a
la persona y a su entorno, desde la vivencia, desde haberlo experimentado ya, y
generar espacios de escucha, puesta en común, asesoramiento (psicológico,
médico, administrativo y legal), con el objetivo de que la persona pueda
acceder plenamente al mejor cuidado posible de su salud en un sentido
integral.
Cuando un paciente llama a
cualquiera de estas organizaciones, lo hace porque escuchó de ellas en los
medios, porque las encontró en internet o porque se lo recomendó su
médico.
La tarea de estas agrupaciones es
hacerle más sencillo todo el transitar por la enfermedad.
Muchos son o fueron pacientes con
algún tipo de enfermedad oncológica, por lo que son de los más indicados para
ponerse en el lugar del otro y entender lo que está viviendo.
«Cuando llega a nuestra
organización un paciente recién diagnosticado, cuidamos muchísimo las palabras
que utilizamos haciendo mucho hincapié en lo positivo de poder contar con un
tratamiento y las grandes posibilidades de curarse», puntualizó Haydee
González, presidenta de Asociación Civil Linfomas Argentina.
4 de
cada 10 casos son prevenibles
«Tenemos que animarnos a hablar de cáncer, con las palabras precisas,
sin tabúes, sin prejuicios, sin estereotipos, porque poniendo sobre la mesa el
tema seguramente podamos contribuir a mejorar la prevención y la detección a
tiempo, dos aspectos indispensables para mejorar la supervivencia ante el
cáncer», remarcó el Dr. Matías Chacón, médico oncólogo y presidente de la
Asociación Argentina de Oncología Clínica y miembro de Fundación FUCA.
En la actualidad se sabe que 4 de
cada 10 casos de cáncer se puede prevenir mejorando el estilo de vida (no
fumando, llevando una alimentación variada y equilibrada, limitando la ingesta
de alcohol, realizando frecuentemente actividad física y protegiéndose como
corresponde al exponerse al sol).
«Debemos cambiar la terminología
porque el cáncer no es la peor de las enfermedades. No nombrarla, aunque
parezca increíble, puede provocar que los pacientes teman ir a la consulta.
Tenemos que lograr que la gente le pierda el miedo al cáncer. Las palabras que
utilizamos pueden asustar o ayudar en el diagnóstico precoz», explicó Analía
Montórfano, asistente general de la Fundación Tiempo de Vivir.
En muchos casos, las chances de
curación o control del cáncer son muy elevados si el diagnóstico se realiza a
tiempo, como en los cánceres de mama, de colon, de piel o de próstata.
«Por lo tanto, es indispensable
visitar al médico y realizarse los chequeos correspondientes en cada etapa de
la vida con la periodicidad que el profesional indique», concluyó. BP
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