viernes, 3 de mayo de 2019

¿Cómo tratar el síndrome del intestino irritable?

Si te sientes constantemente con gases, que tu abdomen está hinchado y no puedes perder peso del estómago, no importa lo duro que estés haciendo ejercicio, si tienes problemas de excreción, como por ejemplo estreñimiento, diarrea o ambos. Las enfermedades gastrointestinales que pueden causar los síntomas son muy comunes, y una de las más prevalentes en el mundo desarrollado, con alrededor del 10-15% de las personas que la padecen, es el síndrome del intestino irritable (SII). Debido a que no se comprende bien y comparte muchos síntomas con otras enfermedades gastrointestinales más graves, como la enfermedad de Crohn, las infecciones por parásitos e incluso el cáncer de colon, sería mejor descartar todas las demás opciones antes de asumir que padeces el SII. 
¿Qué sabemos sobre el SII?
El mecanismo y las causas del SII no se comprenden completamente, aunque se ha afirmado que la inflamación intestinal infecciosa, la genética y el estrés psicológico podrían desencadenar el SII. Este padecimiento es dos veces más común en las mujeres, y el inicio suele ser antes de los 45 años. Los síntomas comunes incluyen dolor abdominal, diarrea y/o estreñimiento, una sensación de saciedad, un estómago prominente, no sentirse con alivio después de ir al baño, así como la depresión y la ansiedad. Una cosa que hay que entender es que un abdomen distendido en una persona con SII no refleja grasa. Por lo general, su abdomen no se sentirá flácido si una condición GI es la culpable; por el contrario, se sentirá duro al tacto, y a menudo se acompaña de una sensación de plenitud que algunos describen como tener un globo inflado alojado en su abdomen. La explicación más común para este síntoma es un exceso de gas en los intestinos.
Si bien el estrés puede desencadenar o exacerbar los problemas intestinales, lo inverso también es cierto, y muchas personas que tienen SII también sufren de depresión y ansiedad. Esta correlación se une a una larga lista de enigmas que el mundo médico aún tiene que resolver, pero podría deberse a la presión constante en el sistema nervioso asociado con la condición, la dificultad emocional de tratar esta condición o la vergüenza con respecto a la apariencia física, tales como las excreciones irregulares y gases.
El SII no es una condición que ponga en peligro la vida en ningún sentido de la imaginación, pero afecta la calidad de la vida de las personas, y no existe una cura conocida para ella. Dicho esto, hay varias maneras de manejarlo:
1. Medicación
Se ha demostrado que algunos medicamentos y suplementos son eficaces para mitigar algunos de los síntomas del SII. Los laxantes funcionan bien para las personas cuyo SII se manifiesta en el estreñimiento, mientras que los antidiarreicos pueden aliviar a quienes sufren de heces blandas y diarrea. Algunos antidepresivos de la familia de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina parecen tener un efecto positivo sobre el dolor abdominal y otros síntomas, independientemente de su efecto sobre la depresión.
Los medicamentos antiespasmódicos pueden aliviar los cólicos y la diarrea en personas con SII, así como relajar los músculos del colon. Los suplementos de fibra soluble, como el de la planta de psyllium, han sido eficaces tanto para aumentar el volumen de las heces de los que sufren de diarrea como para ayudar a la excreción en caso de estreñimiento.
2. La actividad física y el alivio del estrés
El ejercicio, y en particular, las actividades aeróbicas, son eficaces para reducir los síntomas del SII. Las actividades recomendadas incluyen natación, trotar, caminar y andar en bicicleta. Además, se ha demostrado que el yoga (y especialmente el yoga que se centra en la parte inferior del abdomen) ayuda a reducir el estrés y también ayuda con los síntomas del SII. La meditación es otra forma de aliviar el estrés, aliviar los síntomas del SII y mejorar la calidad de vida de las personas con SII.
3. Terapia
Mente sana, cuerpo sano. En este caso, es al menos parcialmente cierto, ya que la psicoterapia y otras formas de terapias de conversación (incluso sin los antidepresivos prescritos) parece mejorar la calidad de vida entre las personas con SII y reducir sus síntomas. El efecto de la terapia en la salud gastrointestinal puede explicarse por la existencia del eje cerebro-intestino, un corredor de comunicación bidireccional entre los sistemas nervioso y gastrointestinal que informa los sentimientos de hambre y de saciedad, pero también puede afectar la flora intestinal. Respuesta al estrés y al trauma. Del mismo modo, las circunstancias físicas que afectan la flora intestinal (como la dieta o la enfermedad) pueden tener un efecto adverso en tu estado mental. 
4. Cambios en la dieta
En muchos casos, el SII se inflama como reacción a un “alimento desencadenante”. Tales alimentos desencadenantes contienen carbohidratos conocidos como FODMAP, que se absorben mal en el intestino delgado y se fermentan en los intestinos. Esto causa una acumulación de gas en los intestinos que puede causar hinchazón y flatulencia. Las personas con SII pueden querer intentar eliminar los FODMAP de su dieta y luego reintroducirlos para descubrir cuáles causan el malestar. No es recomendable renunciar a los FODMAP por completo, ya que muchos de los alimentos que los contienen, como las cebollas y las legumbres, proporcionan nutrientes valiosos.

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