Obispo, 21
de Mayo
Martirologio Romano: En Abo (hoy Turku), Finlandia, san Hemming,
obispo que, inflamado por el celo pastoral, restauró la disciplina en esta
Iglesia con el inicio de un sínodo, favoreció los estudios de los clérigos, dio
mayor decoro al culto divino y promovió la paz entre los pueblos (†1366).
Fecha de canonización: En 1514 el papa León X confirmó su culto.
Nació en Bälinge, al norte de Uppsala, Suecia.
Visto sus actitudes a la vida sacerdotal, fue enviado a estudiar Teología en
Uppsala, en la escuela dependiente de la catedral; después de ser ordenado
presbítero, prosiguió sus estudios en la Universidad de París donde conoció,
entro otros insignes maestros a Pietro Ruggero de Rosière, que será después el
papa Clemente VI. En 1329 fue nombrado
canónigo de la catedral de Abo (hoy Turku), en aquella parte del reino sueco de
nombre Osterland (hoy Filandia). Echó las bases de la primera biblioteca
pública de la ciudad de Abo; fue la admiración del clero local, y parecía
natural que a la muerte del obispo Bengt, en el 1338, fuese elegido, por
unanimidad, por los canónigos reunidos y que contrariamente al reglamento no
votasen y escribieran palabras de elogio y aprecio por su persona, en la carta
que comunicaba su decisión al obispo de Uppsala, de la que dependía la diócesis
de Abo.
Inflamado por el celo pastoral, embelleció el culto
divino, dio gran importancia e incremento a las escuelas para sacerdotes anexas
a la catedral (precursoras de los seminarios diocesanos), incrementó el tesoro
de la catedral y regaló a la diócesis su rica biblioteca de libros de Teología
y Derecho canónico; dispuso que los alumnos más aptos entre los aspirantes al
sacerdocio pudieran ir a París a estudiar. La
organización de la diócesis desde la más pequeña parroquia, la liturgia, las
festividades, la administración de los bienes, el descanso festivo, etc. fueron
discutidos y reglamentados en los sínodos convocados por él. Si se lee
los artículos y los argumentos que se propusieron, parece que se hable de una
diócesis de nuestros días y no del lejano 1352.
Viajó mucho en una época que esto no era fácil;
hacía el 1347, marchó a Francia, por encargo de santa Brígida de Suecia a quien
le unía una gran amistad, donde visitó al papa Clemente VI, que estaba en
Aviñón para persuadirlo a retornar a Roma, además animado de un deseo de paz,
quiso apaciguar, sin conseguirlo, al rey de Francia con el de Inglaterra que
estaban en guerra.
Murió después de 29 años de episcopado, y enseguida
fue considerado santo. No está reconocido oficialmente como santo, porque se ha
perdido las Actas que sobre su vida se recopilaron, aunque tiene culto
litúrgico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario