Religioso y
Mártir, 03 de Agosto
Martirologio Romano: En territorio de la Arquidiócesis de Madrid, España, Beatos de la
Orden de los Carmelitas de la Antigua Observancia y del Instituto de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, asesinados por odio a la fe. (†
1936-1937)
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el
pontificado de S.S. Francisco.
El joven Eleuterio, de cuerpo frágil pero de alma
ardiente, reveló, al entrar en el Noviciado Menor de Bujedo, sorprendente
energía. No hacía falta repetirle una indicación; cada palabra de un profesor o
vigilante tenían para el autoridad suficiente para obedecer sin vacilación ni
retraso.
Dotado de buena inteligencia y tenacidad no común,
alcanzó los primeros puestos en los exámenes. Sus progresos en la piedad iban a
la par de los estudios. No escatimaba esfuerzo en el cumplimiento de su deber.
Sus buenas disposiciones se irán consolidando en los años de su formación religiosa
y profesional; cuando llegó la hora de llevar la buena nueva a los niños, se
encontraba dispuesto a derramar en sus almas infantiles Io que desbordaba de la
suya. Inauguró su misión de educador en el colegio de Ntra. Sra. de las
Maravillas, de Madrid donde permaneció tres años. Después se encargó de la
clase superior del Noviciado Menor de Griñón.
En posesión de varios diplomas oficiales, amasaba
cada día el pan de sus lecciones, antes de distribuirlo a sus alumnos. Enemigo
de conversaciones ociosas, se mantenía ocupado por deber profesional y más aún
por respeto a la Regla. Por el contrario, en los recreos y paseos se complacía
en bromas y animaba la conversación con palabras edificantes.
Enviaron después al Hno. Eleuterio Román a la
comunidad de Puente de Vallecas; era allí el más antiguo y por ello reemplazaba
al Hno. Director en sus ausencias y todo seguía funcionando con regularidad.
Tímido y reservado por naturaleza, se mostraba irreductible en lo fundamental y
exigente en lo que suponía era su deber.
Las frecuentes revueltas del barrio de Puente de
Vallecas afectaban profundamente al Hno. Eleuterio Román por su temperamento
nervioso. Pero nunca salió de su boca un calificativo duro contra el furioso
populacho, cegado por la pasión. Sólo Dios sabe la angustia de su corazón en la
tremenda noche en que, a las once, fue necesario consumir las Sagradas
Especies, mientras fuera bramaba el clamor de la multitud y el estampido de los
disparos de la fusilería. Sintió más que nadie la angustia mortal de los
Hermanos, cuando se vieron en la calle, rodeados de los revolucionarios y sin
saber dónde refugiarse.
Algunos lograron por fin ocultarse y librarse de
los sin Dios. Pero el Hno. Eleuterio Román no tardó en ser reconocido y llevado
a la cárcel. Como el Real Profeta, había amado la justicia y odiado la impiedad;
por ello mereció la gracia, beatificada por el divino Maestro, de la
persecución y del martirio.
Fue fusilado en odio a la fe en Madrid el 3 de
Agosto de 1936. Su muerte está testificada por la fotografía nº 9.3, expuesta
en la Dirección General de Seguridad, que hemos comprobado poco después de
estos acontecimientos.
Murió a los 39 años, 23 de vida religiosa y 14 de
profesión perpetua.
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