La Secretaría de Salud de la
Nación confirmó tres nuevos casos de sarampión en niñas residentes en la Ciudad
y provincia de Buenos Aires que no estaban vacunadas y emitió un alerta
epidemiológico reiterando la obligatoriedad de inmunizarse contra la
enfermedad. “Se trata de 2
niñas de 11 meses y otra de 3 años que durante el período de transmisibilidad
transitaron por territorio de la ciudad y provincia de Buenos Aires”, consignó
el parte sanitario.
Una de las niñas llegó al sistema
de salud el 4 de septiembre último y ahora “presenta buena evolución y continúa
en seguimiento ambulatorio”. La niña de 3 años reside en la ciudad y “presentó
exantema (erupción en la piel) el 10 de septiembre. También presenta buena
evolución”, consignó la información oficial.
En cuanto a la otra beba de 11
meses, que reside en la Región Sanitaria V (que contempla los partidos de
Zárate, Campana, San Fernando, Exaltación de la Cruz, Escobar, Tigre, San
Isidro, Malvinas Argentinas, Pilar, José C. Paz, San Miguel, San Martín, Vicente
López y Zárate) también “evoluciona bien y hace tratamiento ambulatorio”.
Ninguna había recibido vacunas y
el diagnóstico fue confirmado por el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez,
consigna la agencia Télam. La
vacuna contra el sarampión fue una de las que faltó el año pasado y que
encendió el alerta por la aparición de dos casos autóctonos de sarampión, según
informó el Ministerio de Salud de la
Nación.
En los tres primeros meses de 2019
se registraron más de 110.000 casos de sarampión en todo el mundo, casi un 300%
más que en el mismo período del año pasado.
El sarampión en
crecimiento
Mientras el movimiento antivacunas
intenta crecer difamando las bondades de las vacunas y ocultar como éstas
salvan vidas, los brotes de sarampión continúan propagándose rápidamente en
todo el mundo y causan más muertes.
Según difundió en agosto la Organización Mundial de la Salud (OMS),
en los 7 primeros meses de 2019 se reportaron en el mundo 364.808 casos de
sarampión, tres veces más que los 129.239 en el mismo período de 2018. Los 3 países más afectados en el periodo han sido
Madagascar (127.000 casos), Ucrania (54.300) y la República Democrática del
Congo (7.500), según el portavoz de la OMS Christian Lindmeier, quien subrayó
que el número de casos en siete meses ya ha superado al total registrado en
todo el año 2018.
En Europa el número de casos
registrados en los seis primeros meses del año ronda los 90.000, más que la
cifra total de 2018 (84.000) y suponiendo un aumento del 120% (más del doble)
con respecto a la primera mitad del pasado año.
La OMS también destacó que el
número de casos en Estados Unidos (1.100) es el más alto en 25 años, e informó
de aumentos del 50% en los enfermos en el Mediterráneo Oriental y del 230% en
el Pacífico Occidental.
En lo positivo, la organización
detectó un descenso del 15% de los casos reportados en todo el continente
americano. La enfermedad
contagiosa, que puede prevenirse con la inoculación de 2 vacunas durante la
infancia, “está causando grandes pérdidas a los sistemas sanitarios,
discapacidades y muertes en diversas partes del mundo”, destacó el portavoz de
la OMS.
Lindmeier advirtió además de que
los casos registrados por la OMS son sólo la punta del iceberg de la situación
real, ya que se estima que sólo uno de cada 10 casos es reportado.
Enfermedad contagiosa y
mortal
El sarampión es una enfermedad
altamente contagiosa causada por un virus que se reproduce en la nariz y en la garganta
de un niño o adulto infectado. Luego, cuando una persona con sarampión tose,
estornuda o habla, las gotas infectadas se expulsan al aire, donde otras
personas pueden inhalarlas. Las gotas infectadas también pueden depositarse sobre una superficie,
donde permanecen activas y contagiosas durante varias horas. Si te tocas la
boca o la nariz con los dedos o te refriegas los ojos luego de tocar una
superficie infectada, puedes contraer el virus. Alrededor del 90% de las
personas propensas que se exponen a una persona que tiene el virus, puede
infectarse.
Factores de riesgo
Los médicos de la Clínica Mayo, en
EEUU, destacan que los factores de riesgo para el sarampión se incluyen los
siguientes:
·
No estar vacunado. Si no
has recibido la vacuna contra el sarampión, es mucho más probable que
manifiestes la enfermedad.
·
Tener deficiencia de vitamina A. Si no tienes la cantidad suficiente de vitamina A en tu dieta, es más
probable que tengas síntomas más graves y complicaciones.
Complicaciones
Entre las complicaciones del
sarampión se incluyen las siguientes:
·
Infección de los oídos. Una de las complicaciones más frecuentes del sarampión es la infección
bacteriana del oído.
·
Bronquitis, laringitis o crup. El sarampión puede provocar la inflamación del aparato de la voz
(laringe) o la inflamación de las paredes internas que alinean las principales
vías de paso de aire de los pulmones (tubos bronquiales).
·
Neumonía. La
neumonía es una complicación frecuente del sarampión. Las personas que tienen
el sistema inmunitario comprometido pueden contraer una variedad especialmente
peligrosa de neumonía que, a veces, es mortal.
·
Encefalitis. Aproximadamente,
1 cada 1.000 personas con sarampión puede contraer una complicación llamada
“encefalitis”. La encefalitis puede manifestarse muy poco después de haber
contraído sarampión o después de varios meses.
·
Problemas en el embarazo. Si estás embarazada, debes tener mucho cuidado de no contagiarte
sarampión porque esta enfermedad puede provocar un parto prematuro, bajo peso
en el bebé al nacer o mortalidad materna.
Prevención
Si alguien en tu casa tiene
sarampión, toma estas precauciones para proteger a tus amigos y familiares
vulnerables:
·
Aislamiento. Debido
a que el sarampión es muy contagioso desde casi los cuatro días anteriores
hasta los cuatro días posteriores a la aparición de la erupción cutánea, las
personas con sarampión no deberían retomar las actividades en las que
interactúen con otras personas durante este período. También podría ser
necesario mantener a las personas no vacunadas, los hermanos, por ejemplo,
lejos de la persona infectada.
·
Vacunación.
Asegúrate de que todas las personas que estén en riesgo de contraer sarampión y
no hayan sido completamente vacunadas reciban la vacuna contra el sarampión tan
pronto como sea posible. Esto comprende a las personas nacidas después de 1957
que no han sido vacunadas, así como a bebés mayores de 6 meses. La primera
dosis para los bebés generalmente se administra entre los 12 y 15 meses,
mientras que la segunda dosis suele administrarse entre los cuatro y seis años.
Si viajas al exterior antes de que tu hijo cumpla un año, habla con el médico
de tu hijo acerca de recibir la vacuna contra el sarampión antes de lo
previsto. BP
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