sábado, 28 de septiembre de 2019

El impacto de la siesta en la salud cardiovascular

Diversos estudios han analizado la asociación entre eventos cardiovasculares y el dormir siesta. Se ha observado en la literatura una distribución en relación a la duración de las siestas con la ECV, la diabetes y el síndrome metabólico, mientras que aún no se ha estudiado en profundidad el impacto de la frecuencia y duración de las siestas en términos de eventos cardiovasculares.
El objetivo del presente estudio del Dr. Pedro Marques-Vidal y colaboradores fue determinar la asociación entre la frecuencia y la duración promedio de la siesta con eventos cardiovasculares fatales y no fatales.
Se analizó una cohorte suiza de 3.462 pacientes sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, pertenecientes a un estudio prospectivo, observacional y poblacional (CoLaus), determinando la frecuencia de realización de siestas como también su duración, con un promedio de seguimiento de 5,3 años. Los datos fueron obtenidos a partir de un cuestionario validado para tal fin, que incluía la información de más de 70 tipos de actividades (entre ellas la siesta), realizadas por el paciente la semana previa al mismo.
Los pacientes que dormían siesta con mayor frecuencia eran más añosos (53,9 años 1-2/semana vs. 63,1 años 6-7/semana), mayormente de sexo femenino (45,4% vs. 56,2%) y con un mayor índice de masa corporal (IMC, 14,5% obesos 1-2/semana vs. 23,8% obesos 6-7/semana). No hubo diferencias en la duración nocturna del sueño entre los grupos analizados (promedio 7 horas).
Se observaron 155 eventos cardiovasculares fatales y no fatales, con un riesgo significativamente menor en aquellos pacientes que realizaban 1-2 siestas por semana (HR 0,52, IC95% 0,28 a 0,95) comparado con aquellos sujetos que no realizaban siestas, tanto mediante el análisis de modelos ajustados como no ajustados de acuerdo a las características basales y a los factores de riesgo cardiovasculares. Los pacientes que tomaban 1-2 siestas/semana presentaban una mayor sobrevida.
Se determinó un mayor riesgo en aquellos pacientes que realizaban 6-7 siestas a la semana (HR 1,67, IC95% 1,10 a 2,55), el cual no se objetivó luego del análisis ajustado (HR 0,89, IC95% 0,58 a 1,38). Ni la presencia de apnea obstructiva del sueño ni la somnolencia diurna excesiva modificó este descenso en el riesgo cardiovascular. A su vez, no pudo observarse una asociación entre la duración de las siestas con eventos cardiovasculares.
De este estudio se puede destacar:
Los individuos que realizan siestas 1-2 veces por semana presentan un menor riesgo cardiovascular y una mayor sobrevida.
No se observó una asociación entre la duración de la siesta o una mayor frecuencia de las mismas con eventos cardiovasculares fatales y no fatales. BMJ

No hay comentarios.:

Publicar un comentario