viernes, 1 de febrero de 2019

Esteban Bellesini, Beato

Presbítero Agustino, 02 de Febrero
Martirologio Romano: En Genazzano, del Lacio, beato Esteban Bellesini, presbítero de la Orden de San Agustín, que permaneció fiel a su congregación durante tiempos difíciles y se dedicó infatigablemente a la educación de la juventud, a la predicación y al trabajo pastoral (1840).
Fecha de beatificación: 27 de diciembre de 1904 por el Papa Pío X.

Nace en Trento (Italia), el 25 de noviembre de 1774, de familia acomodada. A los dieciocho años viste el hábito agustiniano en el convento de S. Marcos. Poco después hace el noviciado en Bolonia, de donde es trasladado a Roma y de nuevo a Bolonia para el estudio de la filosofía y de la teología. Emitió sus votos religiosos en la Orden Agustiniana el 31 de mayo de 1794. Obligado por las tropas napoleónicas a abandonar los Estados pontificios, regresa a su ciudad de origen, en la que es ordenado sacerdote en 1797, viviendo en el convento de S. Marcos hasta su supresión en 1809. 
Vivió tiempos difíciles. Suprimidas por el gobierno las casas religiosas en su región, vuelve al seno familiar, donde se dedica intensamente a la actividad docente para cuidar de la formación Cultural y Cristiana de la juventud, en un ambiente adverso a la religión, abriendo en la propia casa una escuela gratuita. Conquista en breve tiempo la estima y la confianza de la población, e incluso de la misma autoridad civil, que lo nombra inspector general de las escuelas de todo el territorio trentino. Si al inicio sus alumnos no llegaban al centenar, ahora son miles los que de alguna manera dependen de él.
Sin embargo, el P. Esteban desea mantenerse fiel su profesión religiosa. Ante la imposibilidad de realizar este deseo en Trento, ya que el gobierno no permite volver a abrir el convento, en 1817 abandona la docencia, y, burlando la vigilancia, se refugia en Bolonia, bajo dominio pontificio, donde ya se había restablecido la vida comunitaria. A las autoridades civiles de Trento, que le conminan a volver para continuar en su puesto, responde claramente “Que el vínculo que le une a Dios por los votos y a mi amadísima Madre, que es la Religión que yo he profesado solemnemente, es mucho más fuerte que cualquier otro. Aún más: Esta invitación no me sería hecha ciertamente por Vd., si conociera la fuerza de los vínculos sagrados de los religiosos unidos a Dios y al Rey de los reyes, a quien juré fidelidad perpetua ante el altar con los más sagrados votos”.
Llamado a Roma por el P. General de la Orden, durante algunos años desempeña, de forma excelente, el cargo de maestro de novicios. En 1826 es enviado a Genazzano, donde dedica los últimos años de su vida al ministerio parroquial, atendiendo con solicitud a los pobres y a los niños, su ya viejo pero aún gran amor. Muere el 2 de febrero de 1840, víctima de la peste contraída asistiendo a sus parroquianos. Los restos del P. Esteban reposan en el Santuario de la Virgen del Buen Consejo de Genazzano.
Fue proclamado beato por S. Pío X el 27 de diciembre de 1904. Entre la muchedumbre que asistió a la ceremonia, se encontraban muchos alumnos suyos, ya señores ancianos, cuya vida había transcurrido serena gracias a su buen maestro. Y los genazaneses eran los mismos que de chiquillos le tiraban del hábito y de la correa, o le ponían la zancadilla (D. Riccardi).

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