El
síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad nueva que se caracteriza por
una fatiga extrema que no desaparece con el descanso. Este agotamiento
interfiere en la realización de las actividades diarias. Esta misteriosa
enfermedad es más probable que afecte a las mujeres, y generalmente afecta a
personas de entre 40 y 50 años.
Desafortunadamente, no existe una prueba de diagnóstico y el
diagnóstico es un proceso de eliminación porque todas las demás enfermedades
deben ser descartadas. Los médicos diagnosticarán el síndrome cuando el
paciente haya sufrido fatiga y los síntomas asociados (que se enumeran a
continuación) durante más de 6 meses. Si bien el SFC no es una enfermedad
progresiva, tiene un carácter cíclico, con períodos de bienestar y recaídas.
¿Por qué las
personas sufren de fatiga crónica?
El SFC no se comprende completamente, y en la actualidad las causas
se especulan en la profesión médica. Las víctimas han estado informando sobre
este fenómeno durante varias décadas, y los médicos han descubierto que la
enfermedad a menudo sigue teniendo una infección viral, como Epstein-Barr y
Mononucleosis. La investigación también ha demostrado que existe un vínculo
entre el SFC y la inflamación de las células nerviosas del cerebro, así como
problemas en el hipotálamo. El hipotálamo es la parte del cerebro responsable
del equilibrio del cuerpo interno y la producción de hormonas.
¿Cuáles son los
síntomas?
El principal síntoma es la fatiga persistente, que no se resuelve
con el sueño. Otros síntomas incluyen pérdida de memoria o concentración,
ganglios linfáticos agrandados y problemas para dormir. Otro problema notable
es el dolor recurrente en la garganta o los músculos, los dolores de cabeza y
el dolor de articulaciones múltiples que no se inflaman ni se enrojecen. Los
enfermos también experimentan agotamiento y se sienten mal después de estar
físicamente o mentalmente activos y este sentimiento puede durar más de 24
horas. A veces, los pacientes aseguran que son sensibles a la luz o al sonido,
o que experimentan un estado de desorientación o confusión, y exhiben un
pensamiento lento. Otras veces pueden tener debilidad muscular o lucha con la
coordinación muscular. El SFC suele ir acompañado de depresión, que a menudo
exacerba los síntomas del SFC.
Cuidado y
tratamiento
El SFC no tiene cura y el tratamiento se enfoca en aliviar los
síntomas y mantener la salud emocional. Se recomienda que trabajes con un
equipo de atención médica para crear una estrategia individualizada. Esto
puede incluir la prescripción de medicamentos para la depresión, dolores y
molestias, terapias y cambios generales en el estilo de vida.
1. Terapia de
ejercicios graduados
Con la ayuda de un especialista certificado, esta terapia tiene como
objetivo aumentar gradualmente la capacidad de una persona para realizar
actividades físicas durante períodos de tiempo más prolongados, sin cansarse.
Por lo general, esta terapia incluye ejercicios de estiramiento y aeróbicos,
equilibrados con períodos de descanso.
2. Terapia
cognitiva
Esta terapia del habla se enfoca en ayudarte a controlar la
enfermedad cambiando la forma en que piensas y te comportas. Esta terapia busca
formas positivas y prácticas de mejorar tu estado de ánimo y está destinada a
ayudarte a aceptar tu diagnóstico. También se enfoca en desafiar los
pensamientos negativos que pueden exagerar los síntomas.
3. Terapias alternativas
Algunas terapias complementarias ayudan a aliviar el dolor y el
estrés asociados con el SFC. Las terapias exitosas incluyen hidroterapia,
terapia de estiramiento, masajes, acupuntura, ejercicios o técnicas de
relajación.
4. Cambios en la
dieta
Muchos pacientes con SFC han descubierto que sus síntomas se reducen
al eliminar el azúcar, la cafeína y el alcohol en sus dietas.
5. Gestión del
tiempo y la hora de ir a la cama
Algunos cambios simples en el estilo de vida incluyen monitorear la
cantidad de actividades en las que participas y tu ritmo general, para no
agotar tus limitados niveles de energía. Establecer una hora regular para
acostarse es altamente recomendable, y debes tener hábitos consistentes y
saludables. La hora de acostarse debe ir precedida por un ejercicio ligero y
estiramiento varias horas antes de ir a la cama. YTL
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