viernes, 12 de abril de 2019

Cáncer de colon: la buena alimentación como método de prevención

El cáncer de colon (CCR) es el segundo cáncer más frecuente en nuestro país, solo superado por el cáncer de mama, y con una tasa de mortalidad bastante más alta. En Argentina, cada año se diagnosticaron unos 13.500 nuevos casos, y según las estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer (INC) solo en 2015 se registraron más de 20 muertes por día, número similar a las muertes por accidentes de tránsito durante el 2017.
«El 90% de los casos se producen en personas mayores de 50 años, afectando por igual a ambos sexos. En este último tiempo se ha producido un franco aumento del mismo asociado a la obesidad, el consumo de carnes envasadas, la disminución en el consumo de fibras y la menor cantidad de actividad física, impactando en la edad de aparición, la cual tiende a situarse en los 45 años para ambos sexos», explica el Dr. Leandro Di Paola, especialista en Gastroenterología de INEBA.
La obesidad, incluso en la adolescencia, podría aumentar las probabilidades de cáncer de colon en la adultez. Por eso es de suma importancia mantener hábitos de vida saludable que hagan hincapié en medidas higiénico dietéticas, actividad física de tipo aeróbica según prescripción clínica y evitar el consumo de tabaco.
Desde el ámbito nutricional, se recomiendan los siguientes hábitos saludables:
·        Realizar cuatro comidas diarias en horarios flexibles.
·        Desayunar y merendar lácteos descremados; cereales o panes integrales o con semillas y frutas frescas o secas, evitando productos ultra procesados.
·        Endulzar con endulzantes no calóricos y evitar el azúcar en todas sus formas.
·        En el almuerzo o la cena, organizar un plato inteligente en el que todos los grupos alimentarios estén presenten y no solo sacien sino, además, aporten gran contenido en fibra. A las carnes o derivados tipo huevo sumarles verduras de variado color y cereales tipo arroz o fideos integrales o de salvado.
·        Controlar el consumo de sal.
·        Mantener una correcta hidratación. Para calcular sirve la regla de 1/3 del peso actual de la persona multiplicado por 100.
«Es importante destacar que el colon, junto con el recto, es el lugar donde se almacenan las heces antes de ser expulsadas al exterior. Al encargarse de esta labor, el mismo acumula sustancias de desecho, por lo que es un lugar propicio para la aparición de tumores. Por eso es importante reducir el tiempo de acumulación al mínimo, adoptando una dieta rica en fibra que facilite el tránsito intestinal al máximo», explica la Lic. Teresa Cóccaro, nutricionista de INEBA.
La historia natural del CCR advierte que más del 80% de los casos se originan sobre una lesión precursora que no genera síntomas, llamada pólipo (crecimiento anormal de las células de la pared interna del colon), que si no es detectada y tratada endoscópicamente a tiempo puede transformarse luego de un periodo de aproximadamente 10 años en un cáncer. Esta lenta secuencia de pólipo a cáncer transforma al cáncer de colon en una de las patologías malignas más factibles de prevenir.
Alrededor del 75 % de los casos se desarrollan en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares de la enfermedad, lo que se conoce como CCR esporádico. En cambio, el 25% restante pertenecen a grupos con riesgo adicional por diferentes situaciones como, por ejemplo, contar con antecedentes familiares de este tipo de cáncer, pólipos adenomatosos o enfermedad inflamatoria del intestino.
«Existen diferente cuidados que nuestros pacientes pueden adoptar para prevenirlo, aunque solamente un 30% se realiza estudios preventivos. Por eso recomendamos que a partir de los 45 y hasta los 75 años, todas las personas, aunque no tengan síntomas ni antecedentes familiares de la enfermedad efectúen los chequeos regulares para detectar y tratar el cáncer de colon en etapas tempranas (pesquisa o tamizaje) y valorar cada caso en particular. Si se detectan a tiempo, 9 de cada 10 tumores de colon se pueden curar», agrega el Dr. Ricardo Federico Díaz, médico gastroenterólogo de INEBA.
Los estudios recomendados por el Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal (PNCCR) son los test inmunohistoquímicos de sangre oculta en materia fecal y la videocolonoscopía.
La videocolonoscopía es el método más preciso para detectar el cáncer colorrectal a tiempo, lo que permite acceder a tratamientos eficaces y mínimamente invasivo. Se realiza por personal médico especializado y consiste en introducir un tubo flexible con una cámara que permite examinar la totalidad del intestino grueso y el recto, con la posibilidad de detectar y extraer pólipos, o la detección temprana de cáncer. Es un procedimiento que no causa ningún malestar y se realizan con sedación y bajo el monitoreo de un médico anestesiólogo.
¿Cuándo se debe consultar?
Siempre que se presente alguno de los siguientes síntomas es importante acercarse al consultorio de un especialista:
·        sangrado
·        cambio en el hábito evacuatorio
·        dolor abdominal frecuente
·        pérdida de peso
·        anemia
¿Quiénes deben consultar?
·        Todas las personas de entre 50 y 75 años de edad sin síntomas ni antecedentes familiares. En este caso para acceder a los exámenes preventivos.
·        Personas con diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal (sin importar la edad).
·        Pacientes con uno o más familiares de primer grado (padre, hermanos, hijos) que padeció CCR o pólipos adenomatosos.
«La más importante es hacer un diagnóstico temprano. En esta situación la posibilidad de curación es superior al 90%. No obstante cuando el CCR se presenta con síntomas, las lesiones suelen ser más avanzadas y las posibilidades de un tratamiento curativo descienden a un 60%. Las pruebas de detección temprana salvan vidas», concluye la Lic. Díaz. BP

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