El cáncer de colon (CCR) es el segundo cáncer más
frecuente en nuestro país, solo superado por el cáncer de mama, y con una tasa
de mortalidad bastante más alta. En Argentina, cada año se diagnosticaron unos
13.500 nuevos casos, y según las estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer
(INC) solo en 2015 se registraron más de 20 muertes por día, número similar a
las muertes por accidentes de tránsito durante el 2017.
«El 90% de los casos se producen en personas
mayores de 50 años, afectando por igual a ambos sexos. En este último tiempo se
ha producido un franco aumento del mismo asociado a la obesidad, el consumo de
carnes envasadas, la disminución en el consumo de fibras y la menor cantidad de
actividad física, impactando en la edad de aparición, la cual tiende a situarse
en los 45 años para ambos sexos», explica el Dr. Leandro Di Paola, especialista
en Gastroenterología de INEBA.
La obesidad, incluso en la adolescencia, podría
aumentar las probabilidades de cáncer de colon en la adultez. Por eso es de
suma importancia mantener hábitos de vida saludable que hagan hincapié en
medidas higiénico dietéticas, actividad física de tipo aeróbica según
prescripción clínica y evitar el consumo de tabaco.
Desde el ámbito nutricional, se recomiendan los siguientes hábitos
saludables:
·
Realizar cuatro comidas diarias en horarios
flexibles.
·
Desayunar y merendar lácteos descremados; cereales
o panes integrales o con semillas y frutas frescas o secas, evitando productos
ultra procesados.
·
Endulzar con endulzantes no calóricos y evitar el
azúcar en todas sus formas.
·
En el almuerzo o la cena, organizar un plato
inteligente en el que todos los grupos alimentarios estén presenten y no solo
sacien sino, además, aporten gran contenido en fibra. A las carnes o derivados
tipo huevo sumarles verduras de variado color y cereales tipo arroz o fideos
integrales o de salvado.
·
Controlar el consumo de sal.
·
Mantener una correcta hidratación. Para calcular
sirve la regla de 1/3 del peso actual de la persona multiplicado por 100.
«Es importante destacar que el colon, junto con el
recto, es el lugar donde se almacenan las heces antes de ser expulsadas al
exterior. Al encargarse de esta labor, el mismo acumula sustancias de desecho,
por lo que es un lugar propicio para la aparición de tumores. Por eso es
importante reducir el tiempo de acumulación al mínimo, adoptando una dieta rica
en fibra que facilite el tránsito intestinal al máximo», explica la Lic. Teresa
Cóccaro, nutricionista de INEBA.
La historia natural del CCR advierte que más del
80% de los casos se originan sobre una lesión precursora que no genera
síntomas, llamada pólipo (crecimiento anormal de las células de la pared
interna del colon), que si no es detectada y tratada endoscópicamente a tiempo
puede transformarse luego de un periodo de aproximadamente 10 años en un
cáncer. Esta lenta secuencia de pólipo a cáncer transforma al cáncer de colon
en una de las patologías malignas más factibles de prevenir.
Alrededor del 75 % de los casos se desarrollan en
personas que no presentan antecedentes personales ni familiares de la
enfermedad, lo que se conoce como CCR esporádico. En cambio, el 25% restante
pertenecen a grupos con riesgo adicional por diferentes situaciones como, por
ejemplo, contar con antecedentes familiares de este tipo de cáncer, pólipos
adenomatosos o enfermedad inflamatoria del intestino.
«Existen diferente cuidados que nuestros pacientes
pueden adoptar para prevenirlo, aunque solamente un 30% se realiza estudios
preventivos. Por eso recomendamos que a partir de los 45 y hasta los 75 años,
todas las personas, aunque no tengan síntomas ni antecedentes familiares de la
enfermedad efectúen los chequeos regulares para detectar y tratar el cáncer de
colon en etapas tempranas (pesquisa o tamizaje) y valorar cada caso en
particular. Si se detectan a tiempo, 9 de cada 10 tumores de colon se pueden
curar», agrega el Dr. Ricardo Federico Díaz, médico gastroenterólogo de INEBA.
Los estudios recomendados por el Programa Nacional
de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal (PNCCR) son los test
inmunohistoquímicos de sangre oculta en materia fecal y la videocolonoscopía.
La videocolonoscopía es el método más preciso para
detectar el cáncer colorrectal a tiempo, lo que permite acceder a tratamientos
eficaces y mínimamente invasivo. Se realiza por personal médico especializado y
consiste en introducir un tubo flexible con una cámara que permite examinar la
totalidad del intestino grueso y el recto, con la posibilidad de detectar y
extraer pólipos, o la detección temprana de cáncer. Es un procedimiento que no
causa ningún malestar y se realizan con sedación y bajo el monitoreo de un
médico anestesiólogo.
¿Cuándo se
debe consultar?
Siempre que se presente alguno de los siguientes
síntomas es importante acercarse al consultorio de un especialista:
·
sangrado
·
cambio en el hábito evacuatorio
·
dolor abdominal frecuente
·
pérdida de peso
·
anemia
¿Quiénes
deben consultar?
·
Todas las personas de entre 50 y 75 años de edad
sin síntomas ni antecedentes familiares. En este caso para acceder a los
exámenes preventivos.
·
Personas con diagnóstico de enfermedad inflamatoria
intestinal (sin importar la edad).
·
Pacientes con uno o más familiares de primer grado
(padre, hermanos, hijos) que padeció CCR o pólipos adenomatosos.
«La más importante es hacer un diagnóstico
temprano. En esta situación la posibilidad de curación es superior al 90%. No
obstante cuando el CCR se presenta con síntomas, las lesiones suelen ser más
avanzadas y las posibilidades de un tratamiento curativo descienden a un 60%.
Las pruebas de detección temprana salvan vidas», concluye la Lic. Díaz. BP
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