miércoles, 15 de mayo de 2019

Cómo diagnosticar y resolver problemas con tu ritmo cardíaco

Una frecuencia cardíaca rápida, conocida por los profesionales como taquicardia, tiene lugar cuando el corazón de un adulto comienza a latir a más de cien latidos por minuto. Puede ser un asunto aterrador, ya que puede resultar difícil respirar y el pecho podría sentirse como si algo estuviera revoloteando dentro de él. Este artículo te ayudará a determinar si tienes taquicardia o no, y si es así, qué puedes hacer al respecto.
Cada persona tiene su propio ritmo de pulso en reposo estándar, que se define como la cantidad total de latidos que una persona experimenta en un minuto en reposo. Por lo general, se ubica entre 60 y 100 latidos por minuto, pero puede cambiar con el tiempo según los niveles de condición física y la edad.
Si tu corazón late menos de 60 veces por minuto, no significa automáticamente que debas preocuparte. Es bastante común que los atletas profesionales o los que van al gimnasio tengan ritmos cardíacos bajos que rondan los 60 o menos, y esto se debe a que el corazón de una persona apta no necesita trabajar tan duro para bombear sangre por todo el cuerpo.
Ciertos tipos de medicamentos, como los bloqueadores beta, pueden hacer que tu ritmo cardíaco disminuya, sin embargo, debes controlar tu ritmo cardíaco a diario si estás tomando medicamentos recetados que podrían afectar el corazón. Tu médico necesitará saber acerca de las fluctuaciones de los latidos del corazón, especialmente si están conectados a algún medicamento que estés tomando.
Por otro lado, un corazón que late demasiado rápido es mucho más probable que implique un problema de salud subyacente. Esto podría ser el resultado de ansiedad, problemas emocionales, fiebre, uso excesivo de cafeína, abuso de drogas, actividad física rigurosa, terror extremo o incluso anemia.
Si tu ritmo cardíaco acelerado se acompaña de alguno de los siguientes síntomas, debes buscar atención médica inmediata:
·        Mareos
·        Fatiga
·        Una enfermedad inexplicable
·        Un pulso acelerado.
·        Aleteo del pecho, presión o estrechez.
Si tu corazón acelerado no parece ser una emergencia médica, entonces puede reducir la velocidad echándote un poco de agua fría en la cara, meditando o realizando ejercicios de respiración profunda. Los episodios regulares pueden deberse a hábitos como beber alcohol, consumir demasiada cafeína o fumar, por lo que es posible que desees considerar eliminarlos de tu vida.
Para medir tu ritmo cardíaco, asegúrate de estar descansando antes de colocar el índice y el tercer dedo en el cuello al lado de la tráquea. También puedes verificarlo colocando tus dos dedos entre el tendón y el hueso sobre tu arteria radial, ubicada en el lado de la muñeca de tu pulgar. Cualquiera que sea el método que elijas adoptar, simplemente usa un cronómetro para cronometrarte durante 15 segundos, mientras cuentas cada latido en voz alta. Cuando estés listo, simplemente multiplica tu resultado por 4 para averiguar cuál es tu verdadero ritmo cardíaco.
Una vez que adquieras el hábito de controlar regularmente tu frecuencia cardíaca, obtendrás una buena idea de cuál es tu frecuencia cardíaca habitual, lo que también facilitará mucho más el diagnóstico de problemas cardíacos futuros. También puedes optar por mejorar tu sistema cardiovascular estableciendo una frecuencia cardíaca objetivo a la que aspirar. Por supuesto, para lograr tu objetivo, deberás comenzar a hacer ejercicio todos los días durante un mínimo de 20 a 30 minutos cada día.

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