Presbítero,
18 de Mayo
Martirologio Romano: En Toulouse, junto al río Garona, beato
Guillermo, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín († 1369).
Fecha de beatificación: culto confirmado por el
Papa León XIII en el año 1893.
Guillermo de Naurose nació en Toulouse, en el seno
de una noble familia. Con 19 años ingresó en los Ermitaños de San Agustín de su
ciudad natal. Fue enviado a París para proseguir sus estudios, y allí obtuvo el
título de Lector en Teología. De regreso a su tierra, fue ordenado presbítero,
y encargado de la predicación y pronto fue célebre por su celo como sacerdote
misionero, orador, director espiritual, discernimiento de espíritus y promotor
de la devoción a las almas del purgatorio.
Su actividad preferida fue “orar o contemplar o
hablar de Dios”; fue un hombre celoso, de ayunos rigurosos y gran luchador
contra el demonio, como persona y como exorcista; tuvo auténticos ataques
diabólicos. Tuvo dones taumatúrgicos. En una ocasión, una rica dama le regaló
cierta cantidad de oro y le suplicó que pidiese por sus parientes difuntos. El
beato pronunció en voz alta la oración: «Dales, Señor, eterno descanso; haz
brillar sobre ellos tu luz inextinguible y concédeles la paz». La dama quedó
muy decepcionada, pues pensaba que su dinero valía más oraciones. Entonces el
siervo de Dios le dijo que escribiese en un papel la oración que él acababa de
pronunciar y que pusiese en un platillo de la balanza el papel y en el otro el
oro que le había dado. La dama obedeció y quedó asombrada al ver que la oración
pesaba más que el oro.
Excepto durante un breve periodo en el que fue
prior del convento de Pamiers, parece que la mayor parte de su vida, después de
sus estudios parisinos, se desarrolló en el convento tolosano del barrio de
Saint’Etienne, donde en aquellos días, en 1341, se celebró el Capítulo General
de la Orden de San Agustín. Murió con fama de santidad y fue enterrado en la
iglesia del convento.
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