sábado, 18 de mayo de 2019

Qué hacer si tu pareja tiene una enfermedad mental

La enfermedad mental es muy dura cuando la tiene tu pareja, a la que quieres, pero que ese trastorno parece que está haciendo que la relación de pareja tenga fecha de caducidad. El estrés en la pareja puede hacer que se tengan niveles de crisis difíciles de superar. Además caer en un patrón donde el manejo de la enfermedad se convierte en un papel en torno al cual se centra la relación es también un problema. 
La enfermedad mental no tiene que destruir un matrimonio, incluso con el estrés y el enfoque que conlleva. A pesar de los desafíos obvios, hay formas de mantener una relación saludable cuando tu pareja tiene una enfermedad mental.
Apoyo
Para una persona recién diagnosticada, la noticia puede ser devastadora, aterradora e incluso puede sentir vergüenza que otros se enteren. La incertidumbre y el estigma asociado con la enfermedad mental pueden hacer que los pacientes se preocupen de que no les quieras o los desees... o que quieras acabar con la relación de pareja. Es importante que tu pareja sepa que estás a su lado y que le quieres en “la salud y en la enfermedad”. Esta tranquilidad le ayudará a fortalecer su determinación para buscar ayuda profesional y aprender mejores estrategias para hacer frente a la enfermedad. Una reacción negativa podría exacerbar los síntomas de la enfermedad mental y provocar sentimientos de desesperanza.
Edúcate en cuanto a la enfermedad mental de tu pareja
Muchas personas no están informadas sobre enfermedades mentales o confían en información incorrecta. Existe una gran cantidad de información errónea sobre las causas y las mejores opciones de tratamiento para diferentes trastornos de salud mental. 
El mejor plan de acción es buscar profesionales psicológicos y médicos de alta calidad, y luego buscar bibliografía e información sobre el diagnóstico particular (solo de fuentes legítimas). Los sitios web en los que confías deben tener buena reputación o ser recomendados por tu psicoterapeuta o médico.
Los síntomas de la enfermedad mental pueden ser desagradables y confusos. Es fácil pensar que tu pareja está distante, perezosa, distraída, irritable o irracional. Algunos de estos ‘defectos de carácter’ podrían ser en realidad síntomas de una enfermedad mental. El tratamiento eficaz que combina terapia y medicación es crucial. Los profesionales de la salud mental también pueden enseñarte sobre el papel que puedes y debes desempeñar en el plan de tratamiento de tu pareja.
No te conviertas en su terapeuta
Más allá de educarte sobre cómo ayudar a tu pareja, no es tu responsabilidad ser su terapeuta. Esto no funcionará a largo plazo para ninguno de los dos o para el resto de la familia. Esto es inapropiado incluso si tú eres un profesional de salud mental capacitado. Permite que los profesionales fuera de tu matrimonio hagan su trabajo con tu pareja. Tu función es brindar amor, apoyo y cariño a tu pareja durante sus esfuerzos de recuperación.
Además, las personas con enfermedades mentales siguen siendo responsables de tomar las medidas para controlar su enfermedad, de modo que puedan ser saludables y productivos como parejas y en otras áreas de la vida. No debes convertirte en su ‘muleta’ o en su habilitador. Deben asumir cierta responsabilidad (tanto como sea posible, dadas sus circunstancias individuales) por su propio plan de tratamiento y bienestar, y por cómo su enfermedad te afectará a ti y a los demás.
Terapia individual y de pareja
La terapia puede ayudarte a procesar los sentimientos de una forma saludable, tanto desde tu propio manejo para comunicarte contigo mismo como con tu pareja. La terapia es un buen recurso para tener una nueva perspectiva, orientación y equilibrio en una situación que, de lo contrario, podría salirse de control rápidamente. Como pareja de alguien con una enfermedad mental debes saber que puedes experimentar muchas emociones diferentes y aterradoras como odio, frustración o ira... Esto es por agotamiento emocional y no es inusual. Estas emociones dolorosas se pueden explorar de manera productiva con el asesoramiento adecuado. Las parejas también pueden aprender a establecer expectativas y límites saludables. Acudir a terapia de pareja también puede ayudar a evitar que caigas en una dinámica insalubre. Por ejemplo, la pareja ‘saludable’ corre el riesgo de culpar a todo lo que sale mal en la relación de la pareja, a la enfermedad mental. Esto no es productivo para ninguno de los dos. MJRP

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