jueves, 19 de septiembre de 2019

Estamos cada vez más cerca de encontrar una cura para el VIH

Un estudio en fase pre-clínica logró curar el virus del VIS en monos (el equivalente al VIH en estos animales) a través de la inyección de otro virus genéticamente modificado y, pese a que el resultado no fue igual en todos los simios, el investigador norteamericano Mario Stevenson expresó que esta línea de investigación “es lo más cerca que estamos de la cura”.
“Tenemos en la actualidad increíbles tratamientos antirretrovirales; sin embargo, los científicos seguimos buscando la cura porque no es fácil para una persona tomar todos los días pastillas, porque todavía persiste la estigmatización y porque la expectativa de vida de las personas con VIH es menor”, sostuvo Stevenson.
“Lo que se ha hecho en mi Universidad es tomar un virus llamado AAV, que es viejo y lo tiene el 50% de la población sin que le genere enfermedad, y se lo modificó genéticamente a través de la introducción de anticuerpos con el objetivo de que éstos ataquen al VIH”, explicó Stevenson.
El investigador sostuvo que los resultados fueron alentadores: el virus modificado y sus anticuerpos lograron atacar al VIH y eliminarlo del organismo en tres de los veinte monos que participaron del estudio. “Lo que sucedió en los otros 17 casos fue que los organismos generaron anticuerpos que atacaban los anticuerpos presentes en el virus inyectado. El trabajo que tenemos, entonces, es cómo controlar esos ‘anti-anticuerpos’. Si lo lográramos, es lo más cerca que estamos de la cura del VIH”, sostuvo.
El científico recordó que hubo en el mundo tres personas con VIH que se curaron: Timothy Brown, un paciente de Londres y otro de Dusseldorf (Alemania). “Los tres se curaron después de un trasplante de médula. Pero estos casos no pueden servir como modelo porque esta forma sólo se puede usar con personas que además de VIH tienen leucemia, por los riesgos de trasplante de médula, porque es muy caro y además hay que tener compatibilidad genética con el donante”, sostuvo.
Otra línea de investigación, que también se encuentra en fase pre-clínica, es la denominada CRISPR Casp9 que consiste, explicó Stevenson, “en una suerte de tijera molecular que corta el ADN que puede utilizarse tanto para prevenir el VIH eliminando el receptor de las células o, incluso, eliminar virus que se hayan integrado al ADN de la célula”.
“También se han desarrollado anticuerpos que pueden atacar diversas cepas del VIH. El problema es que esto logra inmunidad durante un tiempo, pero después se elimina del organismo; el desafío, aquí, es cómo hacer para que sea de larga duración”, precisó. Finalmente, Stevenson remarcó que “lo que sí tendremos disponible en muy corto plazo son tratamientos de más larga duración que harán que la persona pueda inyectarse una vez al mes o cada dos o tres meses, en lugar de tomar pastillas cada día”. RA

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