martes, 17 de septiembre de 2019

Estanislao de Jesús y María, Santo

Presbítero y Fundador, 17 de Septiembre
Martirologio Romano: En Gora Kalwaria, Polonia, San Estanislao de Jesús y María, presbítero y fundador de los Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María ( 1701)
Etimológicamente: Estanislao = Aquel que es gloria y honor de su pueblo, es de origen polaco y eslavo.
Fecha de beatificación: 16 de septiembre de 2007, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI.
Fecha de canonización: 5 de junio de 2016, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Estanislao de Jesús y María (en el siglo, Jan Papczyński) nació el 18 de mayo de 1631 en Podegrodzie (Polonia), de padres campesinos y fervientes cristianos. El mismo día fue bautizado. Después de haber acudido a la escuela elemental de  Podegrodzie, estudió en los colegios de los Jesuitas y de los Escolapios. Colaboró con los Escolapios y, con 23 años, entró en aquel Instituto. En 1656 realizó los votos simples y el 12 de marzo de 1661 fue ordenado sacerdote. Alcanzó fama en Varsovia tanto como profesor de retórica como maestro de vida espiritual: fue autor de algunos libros, predicador y confesor. Entre sus penitentes estaba el nuncio apostólico en Polonia, Antonio Pignatelli, futuro Papa Inocencio XII.
En 1670, con la debida dispensa, abandona los Escolapios con la intención de fundar un Instituto de Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción, teniendo tres objetivos: promover el culto al Inmaculado Corazón de la Virgen María, encontrando en Ella el modelo de vida cristiana y el don gratuito del infinito amor de Dios para con los hombres; dedicarse al sufragio de los difuntos, de manera especial a aquellos no preparados para la muerte; hacer apostolado entre la gente pobre y marginada. Estanislao se dedicó con celo a la actividad apostólica y caritativa hasta el final de su vida. Se dedicó a la observancia ascética y al gobierno del Instituto que, en 1699, recibió la aprobación pontificia.
Murió el 17 de septiembre de 1701, en el convento de Góra Kalwaria, pronunciando las palabras en tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Experimentando el ardiente deseo de unirse a Cristo, bendijo a sus hermanos exhortándolos a la observancia religiosa. Dejó innumerables escritos de espiritualidad. Entre ellos, Norma Vitae, dedicado a la vida religiosa de su Instituto, y Templum Dei Mysticum, en el que traza un programa espiritual para laicos.

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