La odinofagia y disfagia hacen
referencia a una serie de problemas que tienen que ver la ingestión de los
alimentos. Sin embargo, estos dos conceptos tienen algunas diferencias entre
sí. A pesar de que muchas personas confunden ambos términos, lo cierto es que
una vez que veamos lo que implica uno u otro nos daremos cuenta de lo distintas
que son la odinofagia y disfagia, a pesar de que también tienen una cierta
relación.
Odinofagia
En primer lugar, trataremos el
concepto de odinofagia. Este hace referencia, como bien señala el estudio
Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico, al dolor que se manifiesta en el
momento en el que tragamos (alimentos sólidos, líquidos o saliva).
Algunas de sus características son:
- Dolor de intensidad leve: aunque en algunas circunstancias este puede aumentar, suele ser bastante leve.
- Cronicidad: en algunos casos el dolor durante la deglución se vuelve crónico lo que puede indicar la presencia de una enfermedad grave que hay que tratar.
- Contracciones sincrónicas: los músculos de la zona se contraen provocando dolor.
Causas
La odinofagia suele presentarse
como consecuencia de enfermedades como la faringitis, amigdalitis u otra serie
de infecciones que pueden afectar a la zona de la garganta. No obstante, una vez
se resuelva la causa la odinofagia, desaparece. Esto no sucede en otras
situaciones en las cuales este dolor al tragar se vuelve crónico y, por lo
tanto, puede estar alertando de la presencia de algún problema mayor. Por
ejemplo, alguna úlcera.
Sin embargo, antes de alertarnos
por todo esto y preocuparnos en vano, si tenemos algunos de los síntomas
mencionados, acudir al médico es la mejor opción para salir de dudas. Así,
también podremos empezar un tratamiento adecuado para resolver nuestro problema.
Disfagia
Ahora que ya sabemos un poco más
sobre la odinofagia, trataremos la disfagia. En este caso, no se hace
referencia al dolor que se produce durante la deglución, sino a las
dificultades para tragar tanto alimentos sólidos como líquidos. De hecho, los
alimentos detienen su progreso antes de pasar por la garganta por la
imposibilidad de traspasarla. A veces, incluso la persona con disfagia puede
presentar problemas para masticar los alimentos formándose lo que vulgarmente
se conoce como 'bola'.
Algunos de los síntomas de la disfagia coinciden con los de la
odinofagia:
- Dolor al tragar (odinofagia): esta es la causa por la que los alimentos o líquidos no logran realizar su recorrido normal.
- Sensación de bolo histérico: este que es un síntoma de la ansiedad se caracteriza por la sensación de tener los músculos de la garganta rígidos y agarrotados, estrechando la garganta.
- Voz ronca: esto es debido a la contracción de los músculos de la zona.
- Regurgitación: la imposibilidad de tragar provoca que los alimentos vuelvan a la boca y no logren pasar por la garganta.
- Arcadas: surgen por la dificultad de tragar y por la regurgitación que la disfagia provoca.
Causas
Entre las causas de la disfagia se
encuentra la acalasia (trastorno
poco frecuente que dificulta el traspaso de la comida y los líquidos al
estómago), la esofagitis que puede estar relacionada con alguna alergia
alimentaria o la presencia de tumores en la zona.
Asimismo, en el momento en el que
acudamos al médico con estos síntomas lo primero que hará será comprobar que no
hay cuerpos extraños que estén provocando la disfagia. En algunas situaciones,
puede que algún pedazo de alimento esté siendo el causante de este problema tan
desagradable.
Prevención
Ahora que ya hemos visto las
diferencias entre la odinofagia y disfagia, a pesar de que una puede ser un
síntoma de la otra, es importante saber la manera en la que podemos
prevenirlas.
Para ello, se recomienda masticar
bien los alimentos y no digerir trozos demasiado grandes que dificulten nuestra
deglución. También, es necesario adquirir buenos hábitos para mantenernos lo
más saludables posibles y evitar que la faringitis u otras infecciones nos
provoquen esta afección.
Por último, no debemos olvidar de
la importancia de asistir al médico con regularidad para verificar que todo
está bien. La detección temprana de una úlcera, reflujo gastroesofágico o
cáncer puede ayudarnos a evitar sufrir durante un tiempo prolongado la odinofagia
y disfagia. RLR
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