Las bebidas azucaradas son objeto de estudio... Y
algunas de ellas no pasan por su mejor momento. A la dudas que crean sus
componentes y la demostración científica de que se relacionan con un mayor riesgo
de padecer diabetes tipo 2, ahora se añade, en el caso de los hombres, el
incremento de sufrir un 20% más de enfermedades cardiovasculares si se toma
poco más de una lata al día.
Esta es la conclusión a la que llegan desde las
páginas de ‘Circulation’, publicación
de la Asociación Americana del Corazón
de EEUU. Según el estudio liderado por Frank B. Hu, profesor de Nutrición y Epidemiología en la Escuela de
Salud Pública de Harvard de Boston (EEUU), “este trabajo se suma a la
creciente evidencia de que las bebidas azucaradas son perjudiciales para la
salud cardiovascular”.
Evidencias
La enfermedad cardíaca es la principal causa de
muerte en los Estados Unidos. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, el
tabaquismo, la inactividad física, la diabetes y la mala alimentación; pero
hasta ahora muy poco se sabía sobre el papel que jugaban las bebidas azucaradas
en este peligroso cóctel.
Por ello, el equipo de Hu se dedicó a seguir los
casos de cerca de 43.000 hombres, todos ellos dedicados a algún área de la
Medicina, durante 22 años. Para que no se viesen los resultados influidos, se
descartó a todos aquellos que ya tuviesen diabetes tipo 2 o algún tipo de
enfermedad cardiovascular.
De 1986 a 2008, los participantes en este estudio
tuvieron que someterse cada dos años a una serie de encuestas sobre sus estilos
de vida, así como a un análisis de sangre. Midieron lípidos y proteínas
diferentes en la sangre, que son indicadores de una posible enfermedad
cardiaca. Así, investigaron la proteína C-reactiva (PCR), los lípidos dañinos
llamados triglicéridos o los lípidos buenos como las lipoproteínas de alta
densidad (HDL).
Lo que descubrieron fue que, en comparación con los
que no consumían este tipo de refrescos, aquellos que bebían 355 mililitros de
bebidas azucaradas al día -una lata y poco más- tenían mayores niveles de
triglicéridos y PCR, mientras que se mantenían bajos niveles de HDL.
Fundamentalmente con estos datos se muestra la relación entre las bebidas
azucaradas y un mayor riesgo de sufrir un ACV. Y casos tuvieron para
comprobarlo, pues en estas dos décadas de seguimiento, entre los participantes
se dieron casi 3.700 casos de problemas cardíacos.
Por otro lado, las bebidas endulzadas
artificialmente -es decir, aquellas que contienen menos azúcares, como las
light- no parecen vinculadas a este aumento del riesgo.
Algo que los autores destacan en su estudio es que
el crecimiento del riesgo se mantiene incluso después de controlar otros
factores como fumar, la inactividad física, el consumo de alcohol y los
antecedentes familiares de enfermedades del corazón. Esto no quiere decir que
para cuidar la salud no se pueda tomar alguna que otra bebida azucarada. “El
consumo menos frecuente -por ejemplo, dos veces por semana- no aumenta estas
probabilidades”, concluyen los investigadores. JJP
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