miércoles, 18 de septiembre de 2019

Qué es el suelo pélvico y por qué lo tienes que ejercitar

El suelo pélvico  es el conjunto de músculos y membranas que cierran la parte inferior del abdomen, comportándose como una hamaca flexible. Está situado en la parte inferior de la pelvis, y separa la cavidad abdominal de la pélvica.
Sus límites son el hueso púbico, el cóccix, el sacro y las tuberosidades isquiáticas de cada lado (los dos huesos en los que te sientas). El periné es una parte específica del suelo pélvico y está situado entre el ano y los genitales.
El suelo pélvico está formado en un 80% de colágeno y un 20% de fibras musculares. Dentro de las fibras musculares podemos encontrar fibras tónicas que aportan tono y que son la mayoría; y fibras fásicas que aportan fuerza y que son una gran minoría.
Para qué sirve el suelo pélvico
* Su función principal es ser  de apoyo para la vejiga, el aparato genital interno (vagina y útero) y el recto.
* Dan soporte a las vísceras pélvicas.
* Participan en los mecanismos esfinterianos uretral y anal.
* Cobran una función importante en determinados procesos relacionados con la sexualidad como por ejemplo el orgasmo.
* Interviene en la progresión del feto durante el parto.
¿Qué sucede cuando se debilita el suelo pélvico?
Cuando hay debilidad del  suelo pélvico estos músculos  ya no logran sostener la vejiga, el útero y el recto en contra de la fuerza de la gravedad provocando uno o varios trastornos, entre los cuales podemos mencionar la incontinencia urinaria de esfuerzo, caída de los órganos intrabdominales (conocido como prolapso) y disfunciones sexuales.
¿Por qué se debilita el suelo pélvico?
-Menopausia: Es un periodo en el que la pérdida de hormonas, la pérdida de estrógenos, supone un debilitamiento de los tejidos del suelo pélvico que debemos de alguna manera compensar realizando ejercicios de suelo pélvico y llevando a cabo una reeducación tanto del suelo pélvico como de la cincha abdominal de nuestro compartimento anterior.
-Ejercicios hiperpresivos o de alto impacto: Los ejercicios hiperpresivos o de alto impacto también ponen en riesgo nuestro suelo pélvico.
¿Qué ejercicios son esos?
Por ejemplo correr, el tenis, en los que se producen saltos repetidos que están suponiendo un fuerte impacto en nuestro suelo pélvico que puede debilitarse.
También cuando hablamos de ejercicios hiperpresivos nos estamos refiriendo a los abdominales tradicionales, aquéllos en los que realizamos una flexión del tronco y empujamos el contenido abdominal hacia la parte inferior de la pelvis, sometiendo al periné, como te decía, a unas tensiones que tiene que contrarrestar y en ocasiones puede debilitarse y claudicar apareciendo distintas disfunciones.
-Levantar o arrastrar pesos frecuentemente: Levantar o arrastrar pesos frecuentemente, tanto si es tu trabajo, si te dedicas a levantar peso, como si realizas deportes en los que se levante peso con frecuencia, tendrás que tener cuidado y vigilar tu suelo pélvico porque corres el riesgo de que se debilite.
-Sobrepeso y obesidad: El sobrepeso y la obesidad también es un factor clave. Cuanto más peso tiene que soportar nuestro suelo pélvico con un abdomen prominente, más riesgo hay de debilitamiento.
-Estreñimiento crónico: Por eso, si padeces este problema, y tienes que hacer esfuerzos realizados de forma repetida para liberar las heces, a lo largo del tiempo, el riesgo de que estés alterando el estado de tu suelo pélvico (músculos y nervios) es muy grande.
Las consecuencias pueden ser incontinencia urinaria, falta de control de gases, dolor en las relaciones sexuales, en la espalda, prolapsos… 
-La postura correcta: Una posición sentada pero con las caderas flexionadas más de 90º, con las rodillas por encima de nuestras caderas conlleva cambios en las presiones del interior de nuestro abdomen. Esto facilita que el recto, que es el lugar donde se acumulan las heces, quede alineado o forme un ángulo recto con el canal anal, que es el canal por donde salen las heces al exterior y de esta manera las heces se expulsan prácticamente.
-Embarazo, parto, posparto: son etapas que tenemos que tener muy en cuenta para compensar el debilitamiento que puede producirse en nuestro periné.
-Tos crónica: La tos crónica es uno de los motivos que ejerce presión sobre el suelo pélvico.
Cada vez que tosemos se ejerce una presión. Nuestro diafragma baja con mucha fuerza empujando el contenido abdominal y el suelo pélvico tiene que contrarrestar ese empuje. Esto puede debilitarlo. Así que si no había motivos suficientes para dejar de fumar, aquí los fumadores tienen otro motivo más: la tos crónica, evitarla.
-Malas posturas prolongadas: Las malas posturas son otro de los factores puesto que el suelo pélvico está diseñado para contener los órganos cuando la pelvis se encuentra en una posición adecuada. Si variamos esa posición con malas posturas, el suelo pélvico pierde esa posición ideal en la que trabaja sosteniendo la línea de fuerzas y cuando esto sucede puede claudicar y debilitarse.
-Ropa ajustada: También llevar ropa muy ajustada es un problema puesto que ejerce presión. Empujamos hacia abajo con pantalones muy ajustados, con fajas, con corsés… No, esto no es nada positivo para el suelo pélvico ni tampoco para nuestros músculos abdominales. Nuestros abdominales tienen que trabajar de manera activa. Si sometemos a nuestro abdomen al uso de fajas, al final nuestra musculatura no está trabajando y ya no sólo eso, sino que además estamos empujando contra el suelo pélvico.
-Factor genético: Si en tus antepasados hay problemas de prolapso, de incontinencia urinaria, de debilidad del suelo pélvico, hay un factor ahí contra el que poco podemos hacer, pero sí podemos mejorar el resto de cosas que sí dependen de nosotros.
¿Qué puedo hacer para fortalecer el suelo pélvico?
Ejercicios de Kegel 
Los ejercicios Kegel son ideales para las personas que necesitan recuperar el control de esfínteres y padecen incontinencia urinaria. Practicar estos ejercicios de forma diaria mejora considerablemente los síntomas
Fortalecimiento del Core
Core es una palabra en inglés que significa núcleo o centro, se utiliza para nombrar toda la zona muscular que envuelve el centro de gravedad de nuestro cuerpo, que lo encontramos justo debajo del ombligo. El Core es nuestra faja abdominal, podríamos decir que sería como nuestro corsé, formado por músculos.
Alimentación adecuada 
Muy importante llevar una alimentación adecuada ya no sólo para el sobrepeso, que debemos evitar, sino también para el estreñimiento, mejorando la consistencia de las heces.
Tratamiento de afecciones respiratorias 
Por otra parte, deberíamos atajar las afecciones respiratorias: alergias que nos produzcan estornudos de manera frecuente o asma, bronquitis crónica que nos lleve a toser con frecuencia y a empujar, el contenido abdominal contra el suelo pélvico.
Corrección postural 
Debemos mantener una postura adecuada con una alineación de la columna vertebral, sentarnos sobre los isquiones y nunca llevar la pelvis a anteversión (sacando colita) ni a retroversión (metiendo la colita), sino mantenernos en una postura neutral para la pelvis, con la columna elongada, con nuestro pecho hacia el frente.
Es importante consultar con nuestro profesional en el área de la salud al percibir que estamos experimentando algún cambio o debilidad de nuestro suelo pélvico.

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