Casi todos estamos de acuerdo en que la tecnología
de teléfonos inteligentes ha cambiado la manera como interactuamos, afectando
la comunicación, el intercambio personal y social.
Obviamente los beneficios son innegables, como por
ejemplo: facilitar la comunicación a distancia, promover el contacto y el
mantenimiento de los vínculos, ampliar la red social, poner la inmensa
información de la red a nuestra disposición donde quiera que estemos. Los teléfonos
inteligentes son un instrumento con múltiples aplicaciones que facilitan muchas
acciones en nuestra vida diaria y permiten gestionar una gran cantidad de
información.
¿Cómo pueden
afectar la comunicación los móviles o celulares con personas con las que
estamos hablando de frente?
Es frecuente, sin embargo, ver a los usuarios
abstraídos y atentos a sus celulares en circunstancias donde deberían escuchar
y establecer contacto visual con su interlocutor presente. Cuando uno de los
interlocutores está abstraído en su teléfono inteligente, la otra persona, debe
llamar la atención para ser oída y asegurarse de que el otro recibió el mensaje
de manera correcta.
En el intercambio, puede pasar desapercibida mucha
información, porque no se capta todo lo que se dice o se hace (lenguaje verbal
y no verbal de la comunicación), todo esto debido a que nuestra atención está
concentrada en el contenido del móvil.
La mente asimila e incorpora lo que le rodea, los
objetos y sus funciones pasan a formar parte de cada uno de nosotros y nos
cambia en la medida que estamos en contacto con ellos y los usamos. Así ha
pasado en toda nuestra historia cuando creamos una nueva herramienta, lo que
origine este cambio, depende de, en qué medida permitimos que nos afecte.
Para ilustrar esta idea pensemos en el martillo,
que es muy útil como herramienta de trabajo y trae muchos beneficios, pero
también puede convertirse, si no lo usamos bien, en fuente de malestar, por
ejemplo si lo usamos de manera inadecuada podemos lesionarnos con él o
convertirlo en un arma para hacer daño a los demás.
En su creación estuvo la idea utilitaria y con
fines positivos, pero luego las malas intenciones y la ignorancia desencadenan
problemas. El móvil es una gran herramienta que nos aporta grandes beneficios,
pero debemos aprender a usarla de una manera adecuada y para fines
positivos.
Esto implica que debemos informarnos y hacernos
conscientes no solo de los beneficios que traen las nuevas tecnologías, sino
también de cómo estas afectan nuestra conducta y cómo podemos limitar el
impacto de los aspectos negativos de su uso y no abusar del tiempo que se
dedica. LR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario