Es posible que, aunque mantengas tu salud en casi
todas las formas posibles, sigas sufriendo fatiga persistente que nunca
termina. Incluso si haces ejercicio regularmente, duermes de 7 a 8 horas todas
las noches y comes alimentos saludables, todavía te sientes agotado todo el
tiempo. Si ese es el caso, hay una buena posibilidad de que tu cerebro sienta
que está bajo un ataque constante, y sienta que está corriendo todo el tiempo y
que no está descansando bien. Si ese es el caso, hay ocho cosas que puedes
hacer para reducir el agotamiento mental que sufres. Una vez que los conozcas,
puedes recuperar los niveles de energía que una vez tuviste y mejorar
considerablemente tu calidad de vida.
1. Pregúntate si tu jefe te está tratando adecuadamente
Cuando tu jefe te pone en una posición de presión,
y al mismo tiempo no te guía sobre cómo optimizar tu trabajo o no te apoya de
ninguna manera, puedes experimentar agotamiento debido al estrés diario. En tal
situación, debes tener una conversación con tu jefe sobre cosas que son
importantes para ti y que no estás obteniendo, como el trabajo en equipo, el
respeto en el lugar de trabajo o la comunicación abierta, y en última
instancia, esto te ayudará y mejorará tu situación en el trabajo.
Además, enfatiza tus límites y escucha tu instinto:
no es porque seas mimado. Esto también ayudará a sacar a la superficie cosas
que tu jefe puede no saber que existen y así la carga que llevas ahora se
reducirá. Este consejo no se limita a usarlo solo en el lugar de trabajo, puede
que tengas que actuar de manera similar en otros entornos de tu vida.
2. Determina tu estado mental en el momento en que te despiertes
De las siguientes opciones, ¿qué crees que te
ayudará a ganar más energía durante el día?:
* Comenzar el día tarde, tomando un desayuno lleno
de azúcar, tomando café y escuchando historias difíciles o tristes en las
noticias de la mañana.
* Comenzar el día temprano, estirando durante 5
minutos al sonido de buena música, preparando un desayuno saludable con jugo de
fruta y leyendo un artículo con un tono positivo en la web.
Elige la forma en que deseas comenzar tu día, y un
cambio tan pequeño puede cambiar todo el curso de tu día. Incluso si llegas a
la oficina y tienes una gran carga de trabajo, tu cerebro estará listo para
manejar todo, y ni siquiera sentirás el estrés.
3. Busca soluciones en lugar de problemas
Cuando tú o incluso personas cercanas a ti expresan
enojo, miedo, tristeza o frustración, es fácil sumergirse en un profundo pozo
de sentimientos negativos que extraen energía de ti. Sin embargo, si inviertes
esfuerzos en encontrar soluciones a estas situaciones en lugar de solo los
problemas en sí, sentirás una sensación de empoderamiento que crea energía. Pruébalo:
quejarte o escuchar quejas por no más de 20 minutos, luego piensa en una o dos
posibles soluciones. Además, no te conviertas en el saco de boxeo de otra
persona, y no dejes que extraigan energía de ti. Si no quieren encontrar una
solución a su situación, explícales que no vas a perder el tiempo con sus
problemas, pero si quieren resolverlos, pueden comunicarse y los ayudarás a
pensar en alguna cosa.
4. Relájate cuando sea necesario, no cuando sea posible
El estrés no te permite mantener la concentración y
el enfoque, por lo que tu poder productivo se desvanece. Para recuperar la
concentración, debes alcanzar un estado en el que tu cerebro se sienta relajado
y los niveles de dopamina en él aumenten, por lo tanto, debes tomar una
decisión consciente para relajarte de una manera que te ayude.
Si te sientes agotado, tómate entre 5 y 10 minutos
para hacer algo relajante, ya sea leer un artículo motivador o solo unos
minutos de auto observación e intentar ver el mundo de una manera más positiva.
Un descanso como este te ayudará a volver al ritmo correcto de la vida y evitar
el agotamiento que te perjudica.
5. Encuentra tu forma de aumentar la motivación
Todos tienen su propia forma de aumentar la
motivación, pero hay algunos métodos simples que cualquiera puede usar para
aumentar la energía mental. La gratitud es una de ellas porque ayuda al cerebro
a sentirse seguro y feliz en el presente y a olvidarse de las presiones
negativas y los pensamientos que te molestan, lo que a su vez nos impide actuar
con eficacia. Sé creativo y piensa en cada pequeña cosa por la que debes estar
agradecido en tu vida que te hace sonreír: la mirada en los ojos de tus hijos
cuando te ven llegar a casa o todas las cosas que han cambiado para mejor en tu
vida los últimos 5 años. Cierra los ojos y hazlo cada vez que sientas el
estrés, incluso por solo 2 minutos, y ya sentirás la sonrisa formándose en tus
labios.
6. Cambia tu perspectiva
Si te dices a ti mismo que estás mentalmente
exhausto, lo convertirás en una profecía autocumplida y no podrás salir de la
situación fácilmente. Sin embargo, cuando te dices que tienes energía vital, ya
habrás dado el primer paso para aceptarla verdaderamente. La mayoría de las
veces ponemos etiquetas en nuestros sentimientos que las intensifican, y
podemos cambiarlas en solo unos momentos si solo ponemos etiquetas nuevas y
positivas que queremos ver.
7. Reduce los estresores en tu vida
Este consejo no es fácil de aplicar, pero es una
parte muy importante de tratar de cambiar tu estado mental. Si pasas demasiado
tiempo con personas que extraen energía de ti, debes dejar de rodearte de ellas
y entender que estas relaciones no contribuyen positivamente a tu vida y de
hecho solo le restan valor a tu estado mental.
Si estás viendo y escuchando las noticias con regularidad,
detente también: pronto verás que tu vida cambiará si dejas de escuchar las
malas noticias, pero solo para bien. Si hay noticias que es importante
escuchar, es probable que las escuches a través de conocidos del trabajo que
hablarán sobre ellas o en los titulares principales, pero la mayoría de las
historias en las noticias simplemente no valen el estrés que crean en la vida.
8. Aprende a cómo ser un procrastinador “sano”
La procrastinación es una ‘enfermedad’ que padecen
muchas personas, y cuanto más intentes resistirla sin hacer nada, su efecto
negativo en tu estado mental solo empeorará. Experimentarás culpa, decepción y
estrés que dañarán tu estado mental. Sin embargo, a veces tenemos que descansar
e impulsar lo que se puede hacer mañana, pero necesitamos saber cómo hacerlo
bien. Date permiso para tomar un descanso, y hazlo con un cierto límite de
tiempo que te hayas establecido. Durante este descanso, relájate como deberías
y disfruta. Cuando comiences a hacer lo que necesitas hacer, no te
comprometas a completar la tarea de una sola vez, solo hazlo hasta que te
canses y vuelve a continuar en otro momento. Si das pequeños pasos, esto
ayudará mucho más que evitar dar grandes pasos debido al miedo, y entonces
verás por ti mismo que una vez que comiences con esta actitud, no querrás
detenerte y harás las cosas mucho más rápido. JQ
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